Este miércoles en la tarde se celebró una eucaristía, instancia en la cual participaron todos los sacerdotes de la Diócesis de Magallanes con el motivo de renovar sus promesas sacerdotales y realizar la bendición de los Santos Óleos, los cuales se usarán en las unciones a los enfermos durante el año.

“Estamos pronto ya a celebrar la Eucaristía del Miércoles Santo, que se llama misa crismal, porque en esta oportunidad, junto al Pueblo de Dios, bendecimos los óleos y consagramos el crisma, el cual durante el año los sacerdotes van a usar para administrar los distintos sacramentos”, indicó el obispo de Punta Arenas, Óscar Blanco Martínez.

Adicional a esto, la instancia se enmarca en la renovación de “nuestras promesas sacerdotales, que son aquellas que hicimos el día en que fuimos ordenados”.

“Por lo tanto, este es un momento de comunión eclesial, de participación y también de renovar nuestra misión evangelizadora en la iglesia y en la Región de Magallanes”, cerró la autoridad eclesiástica.

En cuanto a la homilía de la misa, el obispo se centró en la presencia del Espíritu del Señor, siendo él el origen del sacerdocio de los presentes. “Esto, hermano sacerdote, es sin méritos nuestros; por pura gracia hemos recibido una unción que nos ha hecho padres y pastores del pueblo santo de Dios”, afirmó Blanco durante la misa.

Para cerrar, llamó a los sacerdotes a ser parte de su comunidad, pues “antes de ser pastores con olor a ovejas, hay que ser pastores con olor a cercanía. Nadie se contagia del aroma de su rebaño si no se mete en medio y toca la carne del pueblo encomendado”.

El día de hoy se llevará a cabo el Jueves Santo, espacio en que se recuerda el lavado de pies y la última cena de Jesús. Los encuentros están fijados a partir de las 19 horas.