29 de abril de 2024
El tiempo - Tutiempo.net

Avenida España #959
61 2 292900

Súmate a nuestras redes sociales

Ediciones Anteriores

Buscador de noticias

RECIBE GRATIS

Diario El Pingüino todos los días donde quieras.
Lo último de nuestras redes sociales
Columna de Opinión

La otra cara de la moneda

opinion
28/03/2024 a las 14:30
Periodista Web 1
1072

Por Raúl Caamaño Matamala, profesor Universidad Católica de Temuco.

Por lo pronto no hay simetría. Eso no es posible. Una cara da ciertas señas que la otra cara no muestra. En una hay mucho más de lo que muestra y la otra no muestra todo lo que debiera mostrar.

¿El espejo, qué lugar ocupa en este intríngulis? Al observarnos, al reflejarnos en él, la tendencia natural es exhibir o mostrar la cara que más nos favorece, así atenuamos aquello que no queremos mostrar o evidenciar. 

Si una cara no es igual a otra, cuestión o apreciación que salta a la vista, no siempre ha de imperar en este juicio intento notorio o empecinado por comparar. No es sano comparar, aun sea casi evidente la diferencia. ¿Por qué? Porque tampoco querríamos ser evidentes.

Sea como sea, siempre intentaremos o mostraremos nuestra mejor cara. Es decir, nos expresaremos, actuaremos, nos comportaremos de manera natural, de modo espontáneo con el tú, con el prójimo, con los demás, con el único propósito de establecer relaciones que edifiquen, que contribuyan a formar comunidad, como ha sido desde el inicio de los inicios. 

Buena muestra de nuestro ser, es tender lazos de confianza, sin ventajas, sin prebendas, sin beneficios, sin granjerías especiales. En suma, la rectitud debe ser el norte,… el sur, el este y el oeste. La rectitud debe ser el modelo, la única y principal forma de regir nuestro hacer, el modo de ensayar conductas de buen vivir.

Y no solo ha de parecer, sino de ser. Nos los dicen, lo decimos. Queremos convencer, queremos convencernos. No siempre resulta. Quizás por la suspicacia tan habitual en muchos, aquello de buscar la quinta pata al gato, o simplemente que somos más agudos en la observación, en el análisis, en el examen de las cosas y de las personas. 

Y tanta es la malicia, el escrúpulo que advertimos aquello que no siempre hemos apreciado, o que tememos descubrir; algo así como tanto va el cántaro al agua, que al fin se rompe. Nadie quiere ser desenmascarado, nadie quiere ser puesto en evidencia, pero todo tiene un cara y sello.

Ya la pregunta acucia. ¿Cuál es la verdadera cara? No se puede actuar siempre, no es posible engañar siempre o tanto. 

Cara o sello. Cara o cruz. Águila o sol. Distintas maneras de nombrar aquello que es tirado a la suerte. Esta vez como advierten, no se trata de suerte. Se trata más bien de modos de comportamiento, hábitos, costumbres, usanzas, propios en el actuar de cada uno en un grupo humano.

¿Cómo querríamos develar la práctica, la verdadera manera, la genuina costumbre que conduce nuestras vidas? La de nuestro prójimo, y la propia. 

Seguro que advertir cuál de las dos caras es la auténtica es causa de desvelos; ojalá que no sea necesario el auxilio de técnicas o prácticas periciales, ojalá. Quizás, solo sea de propia confesión, o ni siquiera sea necesario ello. ¿Fácil, difícil?

Pingüino Multimedia entrega este espacio a su público para la expresión personal de opiniones y comentarios, apelando al respeto entre los usuarios y desligándose por completo del contenido de los comentarios emitidos.

Comentarios


Publicidad