“Es lamentable, porque Miguel Sierpe puso su rol a disposición muchas veces, pero a ellos nunca les gustaron las opciones”. Así describe el consejero regional Dalivor Eterovic (PC) la situación que se vive dentro del Consejo Regional (CORE) de Magallanes, cuando ya se han efectuado nueve votaciones sin que los candidatos logren los ocho votos necesarios. 

En la última oportunidad, los dos postulantes de la Nueva Mayoría decidieron retirar sus nombres de las postulaciones: Nicolás Gálvez dijo que era “un sacrificio en pos de la unidad de la Coalición”, Miguel Sierpe habló de “no prestar mi nombre para esta situación”. 

Lo cierto, dice Eterovic, es que el retiro de Sierpe de la carrera había ocurrido en varias ocasiones, pero con ello no se lograba el consenso. “Que se bajen los dos candidatos es un avance”, dice el ex presidente de la CUT regional, “pero dudo mucho que las alternativas les gusten también”. 

- Miguel Sierpe dijo que usted concitaba más votos que él, pero tampoco alcanza los ocho. ¿Es así? 

“No lo tengo tan claro; mi nombre está hace rato ya, lo planteó el propio Sierpe en privado incluso, pero siendo un nombre de consenso entre quienes apoyamos a Sierpe, también está objetado por Nicolás Gálvez y compañía. El propio Gálvez manifestó que no estaba dispuesto a votar por mí, porque yo no lo había apoyado a él, un argumento bastante poco serio, tanto Francisco Rós como Tolentino Soto obedecen a las opiniones de Nicolás Gálvez”. 

- Gálvez planteó que ha habido veto desde ambos lados de la coalición. ¿Ustedes objetaron su nombre? 

“Lo que buscamos es un nombre que sea consenso de los nueve, porque tampoco se vería bien que fuera necesario apoyos de otro sector político; yo, en ese contexto, tampoco sería candidato. No me interesa ser candidato con votos de la derecha”. 

- Se criticó que el sector que usted apoya quisiera “imponer” a un candidato. ¿Hay una autocrítica?

“Nosotros quisimos poner el nombre de la persona más antigua, con más experiencia, que es Miguel Sierpe. La candidatura de Nicolás Gálvez surgió con el único argumento de tener los votos que faltaban. Ese no es un argumento político”.