“Esto termina judicialmente, pero como familia es un dolor que nunca acabará. Mi padre murió y la justicia es así, no hay nada más que hacer. El conductor me parece que habló con mi hermana o mi mamá, no lo sé, pero es difícil perdonar que te arrebaten a la persona que más quieres, él era una persona autovalente, aún trabajaba, siempre andaba solo. Después del accidente nunca más recobró la conciencia, ocho meses estuvo luego del accidente hasta que falleció. Lo cuidamos hasta que no pudo más, ahora está tranquilo”. Estas fueron las palabras de Jenny Muñoz Canales, hija de un hombre de 83 años que falleció producto de un atropello el año 2013.

En una audiencia de juicio abreviado, ayer, en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, el imputado Sergio Inocencio Cárdenas Velásquez, de 54 años, fue condenado tras admitir responsabilidad en el accidente ocurrido la mañana del miércoles 17 de abril de 2013, cuando atropelló a Udo Rolando Muñoz, de 83 años, dejándolo gravemente herido, y que falleció el 14 de febrero de este año producto de las graves secuelas. 

De acuerdo a los antecedentes, el accidente ocurrió en Avenida Martínez de Alduante, cuando el acusado conducía su vehículo Hyunadi por la avenida en dirección al norte de la ciudad, al llegar a la esquina de calle Francisco Javier Reina, en la Población 18 de Septiembre, no respetó el paso preferencial de peatones, instantes que la víctima cruzaba por el paso de cebra debidamente demarcado, siendo impactado por el móvil.

Con estos antecedentes, ayer fue condenado a cien días de presidio menor en su grado mínimo, a la suspensión de la licencia de conducir por seis meses. Al imputado se le otorgó el beneficio de remisión condicional, quedando bajo la vigilancia por un año de Gendarmería.