Una verdadera travesía debió realizar una mujer de 46 años para poder llegar a Punta Arenas para ser atendida de urgencia tras sufrir un accidente en Argentina. La afectada perdió ayer la visión de su ojo derecho.
En el Hospital Clínico de Magallanes, Orietta Velásquez Soto, debió ser intervenida quirúrgicamente por las graves lesiones que sufrió el domingo en Río Gallegos, Argentina, luego de asistir junto a su familia a una carrera automovilística realizada durante el fin de semana en la capital de la Provincia de Santa Cruz. Su propia hija, Nataly Figueroa, confirmó que su madre perdió la visión de uno de sus ojos producto de las graves lesiones: “Hicimos todo lo posible para traerla, pero fue muy tarde. Tuvo un estallido ocular por la parte posterior, entonces la operaron y le abrieron el ojo porque lo estaba perdiendo, así que la suturaron para mantenerle el ojo. Pero, perdió la visión, y por un tema de estética esperarán diez días. Si no se le infecta, se lo dejarían, de lo contrario de inmediato tendrán que sacarlo, porque arriesga con perder la visión de su otro ojo”.
La hija de la trabajadora del Instituto Sagrada Familia, señaló que su madre deberá recuperarse además de las otras lesiones que sufrió. “Tiene para largo, ya que sufrió una fractura nasal y otra en el pómulo”.
Traslado
Nataly Figueroa, hija de la afectada, se mostró molesta por la atención prestada por el sistema de salud al momento de solicitar ayuda: “El hospital clínico no tenía camas, por eso no enviaron ambulancia. Lo que sabemos es que la ambulancia de Río Gallegos estaba, pero al no haber otra unidad esperando en la frontera, no podían ir hasta allá, así que el problema estuvo acá. Claramente con un poco más de rapidez pudo haberse salvado la visión de mi mamá. Hoy (ayer) el hospital iba a mandar una ambulancia porque iban a tratar de hacer una cama, pero no podíamos esperar más, quizá hasta con infección iba a llegar, ya que al ser diabética todo se empeora. Anímicamente está muy mal. Llamamos siete veces desde la carretera cuando estábamos en Villa O´Higgins, cuando me contestaron me dijeron que era imposible ir a buscarla, porque en la ciudad hay dos ambulancias, nada más. Al llegar a San Gregorio no había nada, por lo que no hubo otra que acelerar para llegar al hospital, porque venía con todos los dolores. Además, al llegar nadie la ayudó a bajar, no había camilla y después el doctor, cuando nos dijo que teníamos que ser fuertes porque mi mamá perdió el ojo, se preocuparon y se apuraron con la camilla”.
Judicial
De acuerdo a lo señalado por una de las tres hijas de la afectada, en Río Gallegos se debería realizar tres juicios por el grave accidente. “Serían tres juicios, uno contra el papá del niño de ocho años, contra el hospital y otro contra el autódromo. Mi mamá estuvo cuarenta minutos tirada porque no había ambulancia y en el hospital de allá no había especialistas, la pasaron por un montón de médicos. Finalmente una oftalmóloga indicó que no la tocaran más. Allá se están levantando todos los documentos y diagnósticos para llevar todas las acciones legales”, comentó.
Según los antecedentes, los hechos ocurrieron el domingo cerca de las 14 horas, en el predio del autódromo José Muñiz, donde la familia magallánica se alistaba para subirse a su auto y retornar hasta Punta Arenas. Fue en ese momento cuando Orietta descendió del móvil para ir en busca de dos personas, sin imaginarse que sería atropellada por una cuatrimoto que era conducida por un niño de 8 años que paseaba por el sector. Según testigos, la mujer fue duramente golpeada, impactando contra el suelo.
Pasado el mediodía de ayer, tras la intervención quirúrgica, la afectada se mantuvo en recuperación, para posteriormente quedar internada en el tercer piso del recinto hospitalario.