Una querella criminal presentaron los padres de la niña de dos años que la semana pasada sufrió la amputación de un dedo en el jardín infantil al que asiste.
Fue el propio padre el que estampó la denuncia en
Carabineros por el delito de lesiones graves a propósito de que su pareja y
madre de la pequeña víctima fue informada por parte de una funcionaria del
Jardín Infantil Caperucita Roja, de que la hija había sido trasladada al
Servicio de Urgencia del Hospital Clínico de Magallanes, producto de que se había
apretado un dedo, lo que originó una lesión de complejidad que hizo necesario
el traslado al centro asistencial.
Luego de la atención de urgencia se le informó a los familiares que nada se podía
hacer para salvar el dedo meñique de la menor, y que era necesario la
amputación, hecho que finalmente ocurrió.
Querella
A raíz de esta situación, la familia presentó una querella criminal en contra de quienes resulten responsables de este hecho. El escrito lo patrocinó el abogado Juan José Arcos, señalando que “no es racional que una reja sea activada con tal fuerza de parte de un funcionario de la Junji que le cercene el dedo a un niño. Esta persona debió tener el mayor de los cuidados, estar atento y pendiente de que podía haber un niño y con ello un accidente. Además, por otro lado acá hay una responsabilidad de parte de la dirección regional de la Junji porque ellos debieran preocuparse de que los establecimientos cumplan todas las normas de seguridad. En este caso, tener una puerta con un sistema verdaderamente tipo guillotina no cumple las medidas de seguridad, y más encima al día siguiente, la reja fue modificada”.
Arcos explicó que la querella exige que se investiguen dos responsabilidades: establecer la responsabilidad funcionaria sobre la amputación del dedo y por qué la Junji no ha adoptado mecanismos de prevención para los menores.