Los restos del joven dentista magallánico fallecido el fin de semana en Concepción, Fernando González Soto, de 28 años, fueron cremados ayer, alrededor de las 13 horas, en el parque San Pedro de la Paz de Concepción.

Parte de las cenizas quedarán en poder de su pareja, Carolina Castillo, quien presenta un embarazo de 8 semanas.

Así lo contó a Pingüino Radio el padre del malogrado profesional, Fernando González Hernández, quien en conversación telefónica aprovechó de agradecer a tantas y tantas personas que se han contactado en los últimos días con él, su esposa e hija, para entregarles todo el apoyo espiritual, de lo cual se siente muy agradecido.

Accidente

Fernando González, ex alumno del colegio La Milagrosa y del Liceo Juan Bautista Contardi, conducía la madrugada del domingo un vehículo Chevrolet, cuando a las 7.40 horas fue colisionado por un bus que circulaba en dirección al aeropuerto de Concepción a dejar a la selección de Italia que había participado en un campeonato de Futsal.

La peor consecuencia la sacó el magallánico que vivía en la ciudad penquista, ya que todo el golpe del pesado vehículo lo recibió en la puerta del conductor.

González fue llevado al Hospital Regional Guillermo Grant Benavente, donde falleció tras no sobreponerse a la gravedad de las lesiones sufridas.

Padre muy afectado

En medio del dolor que lo aflige en estos momentos, el padre aprovechó esta oportunidad para reiterar los agradecimientos y múltiples muestras de cariño. Incluso hasta los mismos pacientes que atendía en Concepción llegaron a la ceremonia religiosa a despedir los restos de su hijo, los que fueron cremados, cumpliendo con un deseo manifestado en vida.

“Parte de la cenizas van a quedar en poder de su pareja (Carolina) quien espera un bebé y presenta 8 semanas de gestación. Eso fue lo que se acordó con  la familia. Además, a través de su medio de comunicación, me gustaría entregar mi gratitud a tantas y tantas personas que nos han llamado. Vino mucha gente y me han contactado de todo Chile. Con esto solamente puedo corroborar todo el cariño que le tenían a Fernando y no me queda más que expresar mi gratitud por todos los mensajes de apoyo y aliento a mi familia, porque realmente lo estamos pasando muy mal”.

“Pienso que las heridas obedecen a un proceso y que en algún momento van a sanar, paso a paso, quemando ciertas etapas con las que obviamente vamos a tener que aprender a convivir con ellas en el tiempo”.

Este dolido padre dijo que quienes conocieron a su bebé saben que era el tesoro más grande y preciado que tenía.

“Todo el mundo entenderá que nuestros corazones están destrozados, pero esperamos que Dios nos de la fortaleza para salir de este momento tan difícil. Ahora entiendo a las personas que han perdido a su hijo y el desconsuelo tremendo que esto significa”.

Fernando recordó a su hijo como “una persona muy especial que no distinguía razas, colores y nada. No sé si alguna vez alguien se ha detenido en la calle a atender a un mendigo y darle su ropa, era un hombre tan feliz. Pero lamentablemente Dios me lo llevó antes que mí, pero me queda el consuelo que fue una persona tan, pero tan feliz y generosa que les dejó un tremendo mensaje de amor y vida. Y lo que más contento nos tiene como familia es constatar el cariño que todos le tenían”.

Incluso le llamó mucho la atención lo sucedido ayer, antes de la cremación de los restos. “El cementerio seleccionó un número al azar, para que este trámite quede en los registros del camposanto. Lo increíble fue que el número elegido fue el 178, el mismo número de la casa donde siempre vivimos en Punta Arenas, en Villa Los Españoles”, comentó asombrado el padre del malogrado joven.

(Texto: Edmundo Rosinelli)