Carolina dormitaba. Tras días de relajo con su familia en Argentina, ella, su padre y su madre volvían rumbo a Magallanes. La joven tenía el asiento echado hacia atrás, con absoluto relajo, tras días de esparcimiento.
El sábado, en las cercanías de la localidad argentina de Caleta Olivia, un guanaco se cruzó en la ruta en que transitaba Carolina Aguilera Villarroel junto a su familia.
El vehículo era conducido por Enoc Aguilera Toledo, padre de la joven, quien no pudo esquivar al pesado animal. Por el impacto, Carolina salió eyectada del vehículo.
La joven fue trasladada a un recinto asitencial argentino, en situación grave. Su padre, en tanto, también resultó lesionado.
Carolina se debatió varias horas entre la vida y la muerte, tras sufrir el fuerte impacto. No obstante, en horas de ayer, finalmente falleció.
Los padres de la joven se mantenían, hasta ayer, en la localidad de Río Gallegos. Durante esta jornada, llegarían a Punta Arenas, junto a los restos de su joven hija.
El padre de la joven, Enoc Aguilera Toledo, está ligado a la industria automovilística: es dueño de Escapes Aguilera, que administra en Punta Arenas.
Una joven alegre
Tan pronto como se conoció la noticia de su fallecimiento, los amigos y conocidos de Carolina hicieron llegar su pésame a la familia a través de redes sociales.
El consenso entre quienes dejaron sus condolencias fue uno: la alegría de la muchacha, de quien destacaron su sonrisa constante.
Carolina se desempeñaba como terapeuta en el Centro de Terapias Holísticas Patagonia Consciente y practicaba reiki.
Sus amigos también lamentaron que, dada su juventud, Carolina aún tenía muchas cosas por vivir. Pendiente quedó, por ejemplo un viaje a Brasil, a visitar a una amiga.
También intentaron brindar consuelo a los padres de la muchacha, que hoy comienzan a dar el último adiós a su joven hija.