Apenas tres meses estuvieron en el agua los dos buques de GlobalPesca que participaban en la extracción de bacalao. La empresa, que ha hecho pública su molestia con la autoridad por la reducción de la cuota de pesca a un tercio de la original, completó ayer el máximo para 2015: mil toneladas de bacalao. Con ello, no continuará la operación y quedarán sin trabajo 150 personas que la pesquera contrataba directamente.
“Estamos intentando sortear la peor crisis que ha vivido la empresa desde su fundación”, dijo el gerente en Punta Arenas de la empresa, Eduardo Infante Larraguibel. Detalló que “por un lado, la baja de cuota ha implicado reducir a un tercio la capacidad productiva y se han triplicado los costos por concepto de licencia de pesca. Por otro lado, la autoridad se ha mostrado indolente, pues aún no empieza a operar el Comité de Manejo, cuyo plan de manejo -según la ley- debió estar aprobado en julio de 2014”.
El ejecutivo sentenció que “esto es grave, pues ha privado al Comité Científico -encargado de fijar la cuota- de evaluar los parámetros sociales y económicos. Por las características biológicas del bacalao, la única fuente de información para estimar el stock y por ende la cuota, es la pesca. Si los buques no pueden salir a pescar ¿qué datos se utilizarán para el análisis científico?”
La empresa, que domina el mercado de bacalao en la región, había hecho presente su molestia cuando, en 2014, la cuota general se redujo de 3.000 toneladas a 1.000 toneladas en toda la Región de Magallanes. Para 2015, la mantención de la cuota en 1.000 toneladas complicó aún más el escenario, pues los costos -expresados en los permisos que pagan las empresas- no han disminuido; es decir los operadores siguen pagando los US$ 3 millones de antaño, pero sólo pueden pescar un tercio de lo que extraían antes.
A los 150 puestos directos de trabajo, la pesquera sumó a otras empresas regionales que le proveen diversos servicios y productos, las cuales también se verán perjudicadas por el cese de actividades de GlobalPesca.