Fue hace más de un siglo, cuando en plena Guerra del Pacífico, un telegrama cruzaba las profundidades del océano. Su mensaje cambió la guerra: “Cable submarino. Comandancia Jeneral en Jefe. Antofagasta 23 / 10.30 horas. Al señor ministro de Guerra en Santiago. El transporte “Lamar” comunica: el 21 a las 8 El 21 a las 8 A.M., el “Huáscar” y la “Independencia” atacaron en Iquique a la “Esmeralda” y “Covadonga”. Según conjeturas fundadas, la “Independencia” varó en Punta Gruesa, persiguiendo al “Covadonga”, que volvió y rompió fuegos sin respuesta. La “Esmeralda”, entre tanto, combatía en el puerto con el “Huáscar”, cuyas punterías eran poco certeras”.
Al día siguiente, decenas de niños, conocidos como “los canillitas”, voceaban en las calles de Santiago los primeros ejemplares de El Mercurio que presagiaban el drama de Iquique. Eran el último eslabón de la cadena y, probablemente, uno de los más importantes.
El esfuerzo anónimo de aquellos niños y adultos dio paso, entonces, al nacimiento de una asociación nacional de suplementeros que hoy celebra su día en todo Chile y también en Punta Arenas, donde lleva funcionando más de 50 años.
Un oficio que perdura
Ayer, el presidente regional de esta organización, Luis Bórquez, destacó la importancia de la labor que cumplen los suplementeros de nuestra ciudad, al dar a conocer las noticias de los diarios locales y nacionales, durante todo el año y venciendo muchas veces condiciones especialmente climáticas especialmente duras. “Nuestra asociación existe desde la Guerra del Pacífico cuando los niños voceaban las noticias de la guerra en las calles de Santiago y Valparaíso. Y nosotros continuamos esa labor trabajando en la calle y en los kioscos”, manifestó.
Esforzada labor
Se trata de un sacrificio que la comunidad reconoce, sin duda, como lo señalaron los puntarenenenses. “Es impresionante verlos, a veces, a las seis de la mañana distribuyendo los diarios, en medio del frío y la lluvia de este clima de Punta Arenas que es tan riguroso”, manifestó Andrea Rodríguez. “Cuando voy al trabajo, lo primero que hago es mirar los diarios en los kioscos. Me conectan con el mundo y con la realidad que nos rodea aquí mismo en Punta Arenas”. agrega Gonzalo Ramírez.
En total, la asociación suma 60 socios activos de 120 que había hace diez años, entre vendedores callejeros y kioscos.
Según explicó Bórquez, su número ha ido disminuyendo “producto de la decisión de las empresas de vender diarios en todas partes (farmacias, supermercados); lo que nos afecta mucho. Ahora sólo vamos quedando los más antiguos”, dijo.
Al recordar los momentos más importantes, Bórquez citó entre ellos, la primera edición de El Pingüino, la cual vendió más de 18 mil ejemplares, en un sólo día.