“Mi hija llegó a la casa y la recibió mi mamá. Estaba llorando y se encerró en el baño. Comenzó a lavarse la boca y los dientes y ahí le contó que el tío del bus le había dado un beso en la boca”.
Así partió el relato de la madre de una niña de diez años, que denunció por abuso al hombre que todos los días lleva al colegio en bus a su hija y que a raíz de lo mismo ayer fue formalizado en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas por el delito de abuso sexual.
“Cuando llegué, añadió la afligida mujer, mi hija me contó que el tío le había tocado las piernas por debajo de la falda e hizo que le tocara con su mano la pierna de él. En esos momentos el tío le dio un beso en la boca e intentó meterle la lengua. Me contó que tenía mucho miedo y que no quería acercarse a mi y a su hermanita. Esto me tiene preocupada porque otra mamá dijo que esta persona había hecho lo mismo con otra niña”.
La madre de la pequeña agregó que “en el colegio me dieron los antecedentes para contratarlo. Confié en él porque a su hijo lo conozco. Mis hijas me decían que el tío del bus era muy cariñoso y que le compraba dulces, pero no me preocupaba mucho, él muy rara vez andaba con otra persona y a las niñas las hacía sentarse adelante con él”.
Formalización
En el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, el fiscal jefe de Punta Arenas, Fernando Dobson, formalizó al imputado por el delito de abuso sexual.
De acuerdo a los antecedentes expuestos en la audiencia, el conductor de transporte escolar Octavio Gálvez Abarca, fue detenido la tarde del jueves por la denuncia de abuso sexual. Según la denuncia los hechos ocurrieron en circunstancias que la menor, de diez años, abordó el furgón escolar del imputado, trasladándola desde su establecimiento educacional, indicándole que se sentara en la parte del copiloto, donde habría comenzado a tocarle las piernas bajo la falda y luego a besarla en la boca intentando introducir su lengua.