¿Qué sentiría usted, estimado lector, si desde el muro que está debajo de una ventana de su casa y que da a la calle, emanara un penetrante hedor a orina?
¿Qué pensaría si le informaran que un terreno que, originalmente, iba a ser un área verde, lo hubieran transformado en una especie de conjunto residencial tipo “favela con mejoras”?
¿Y no le sorprendería saber que los neumáticos usados, restos de materiales de construcción y desperdicios de todo tipo obstruyen una calle que podría ser un nuevo acceso al populoso Barrio 18 de Septiembre por el sector sur de nuestra ciudad?
Y, peor aún, ¿qué le diría a los irresponsables que volvieron a lanzar basura y desperdicios en un lugar que, con esfuerzo de funcionarios y con medio municipales fue despejado hace pocos días?
Son preguntas que se hacen muchos vecinos del sector de calle Miraflores con Prat y de Miraflores con algunas calles del Barrio 18 de Septiembre, pero no aquellos que han ido a lanzar su propia basura en el lugar,  cuando han sido encarados por los que sí respetan los horarios de los camiones de la empresa recolectora de residuos domiciliarios y ayudan a mantener limpio ese sector.
“¿Pero cómo saben que fui yo”? inquieren algunos de los que lanzan basura y que se olvidaron de que la correspondencia que lanzaron en las bolsas de basura tienen nombre y dirección y que, con indignación, han encontrado y leído los vecinos que sí respetan la limpieza y el bien común.
Jorge y su madre saben de esas cosas porque Jorge debió escribir en el muro posterior de su casa que nadie lo utilizara como urinario, pero cuyo pedido no tuvo acogida o quienes van a aliviar sus vejigas al pie del muro no saben leer.
También parecen analfabetos quienes, pese a los carteles, siguen depositando basura donde no deben.
Más hacia el Barrio Dieciocho, sobre el cauce del Río de La Mano, la situación empeora porque hay familias que levantaron sus viviendas en forma ilegal, aunque con mucho esfuerzo, y están expuestas a los riesgos de una eventual crecida de las aguas si el cauce llegara a obstruirse con basura: cierto es que hay un factor de necesidad de por medio, pero se ha creado una situación problemática en calle Miraflores y su prolongación.
Así están las cosas en ese sector, como en varios otros puntos de la “Perla del Estrecho”, cuya limpieza y paisaje urbano están afeados por este tipo de basurales y urinarios públicos que han creado personas irresponsables.
Y la pregunta es ¿hasta cuándo?