Julio Harambour comentó: “Viendo la locura de Valparaíso, tengo buenas expectativas. Nunca atendí en el kiosco. Mi mamá estuvo reemplazando en alguna vacación a la abuela, pero ahora estando aquí metido, estoy mirando todo y todo lo proyecto a mi local de Concepción. Nuestras expectativas son tremendamente grandes, pensamos que nos va a ir muy bien y queremos que así sea. Sí, es muy grande la responsabilidad, al llevar el apellido del fundador”, admitió.
Su socio, Ítalo Báez, agregó: “Esperamos que el éxito sea el mismo que en Valparaíso. En Concepción hay mucho magallánico y eso da confianza. Esto ha sido de locos, súper entretenido, la gente es muy amable, si ven que te equivocas, te entienden, todo muy bien”. Ambos han trabajado atendiendo público en el local de Punta Arenas, para conocer in situ, la experiencia de esta empresa.