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Ayer se dictó sentencia

A una pena en libertad fue condenado matrimonio por trata de personas para ejercer prostitución

policial
22/04/2017 a las 15:00
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Los imputados se mantendrán en prisión preventiva a la espera de lo que se resuelva en la Corte Suprema, tras la petición de extradición desde Argentina.

A una pena de cinco años en libertad fue condenado ayer un matrimonio dueño de un local nocturno de Punta Arenas, que fue acusado de los delitos de trata de personas y facilitación a la prostitución.
Jorge Latorre Barrientos y Gladys Benítes, propietarios del local nocturno “Tentación”, fueron detenidos en Punta Arenas mientras la Corte Suprema evaluaba la extradición a Buenos Aires para ser procesados por un caso de trata de personas, tras ser denunciados en la ciudad transandina de Mendoza por algunas mujeres que habrían sido traídas bajo engaño para ejercer la prostitución en la Región de Magallanes.
El 7 de diciembre de 2016, el matrimonio compuesto por un ciudadano chileno y una mujer argentina fue capturado por funcionarios de la Policía Internacional de la PDI (Interpol), luego de que existiera en su contra una orden internacional de captura, emitida en Chile por la Corte Suprema, a propósito de una solicitud emanada de la Cancillería argentina.
En ese contexto, el Ministerio Público inició una investigación de oficio que terminó con un procedimiento abreviado, donde ambos admitieron los hechos de la investigación, siendo condenados, y ayer se entregó una sentencia que le puede ser favorable a la hora que deban enfrentar a la justicia argentina. Así lo indicó el abogado defensor Francisco Cárdenas: “Se dictó una sentencia condenatoria con una alternativa de un juicio abreviado y bajo ese contexto en esta causa cumplirán esta pena con una libertad vigilada intensiva, es decir no la cumplirán en la cárcel”.
En relación a la causa en Argentina, el abogado señaló que esta condena es un antecedente que se presentará en el mes de mayo cuando se realice una audiencia. “Hay una causa de extradición, por lo que estos son elementos que incorporaremos en la audiencia respectiva, la cual tendrá suma relevancia cuando en la Corte Suprema se resuelva que una persona no se puede juzgar por los mismo hechos dos veces y analizar que la extradición no se conceda, pero hay que alegar y efectuar allá”.
El matrimonio compuesto por Gloria Roxana Benítes, de 48 años, de nacionalidad argentina pero radicada en Punta Arenas, y su marido Jorge Latorre Barrientos, de 53 años, fueron condenados por los hechos que se originaron cuando los imputados mantenían una sociedad donde funcionaba el cabaret “Tentación”, ubicado en Avenida Colón N° 204 de Punta Arenas, administrado por la imputada. Fue así que el año 2014 ambos se contactaron con terceros, captadores de jóvenes en la ciudad de Mendoza, todos ciudadanos argentinos, quienes bajo engaño lograron persuadir a dos ciudadanas de ese país para viajar a Punta Arenas para trabajar como garzonas. Aprovechándose de que las víctimas de 18 y 21 años de edad estaban en una situación de vulnerabilidad, sin dinero y una de ella madre de dos hijos, se les ocultó que trabajarían en el comercio sexual, pasajes costeados por el imputado, lo que se vio frustrado cuando las jóvenes iban a abordar el vuelo en Argentina, siendo detenidos por la autoridad argentina los captadores y obteniendo el castigo penal por el delito de trata de personas.
El segundo hecho por el que fue acusado el matrimonio, señala que en el mes de octubre de 2014 los imputados financiaron el traslado de otra joven argentina que llegó a Punta Arenas vía aérea, siendo hospedada en el inmueble de los mismos imputados, donde debió servir como garzona y cumplir funciones de servicio sexual en el mismo local a los clientes, supervisado por los imputados a través de cámaras de vigilancia que contabilizaba la cantidad de personas que ingresaban a su habitación y controlar el porcentaje de dinero obtenido.
Durante la investigación se indicó, además, que durante los años 2014 y 2015 se constató que en el local comercial “Tentación” ambos imputados facilitaron el ingreso al país de 26 ciudadanas extranjeras, de nacionalidades argentina, venezolanas, paraguayas, brasileñas, dominicanas y ecuatorianas para ejercer la prostitución.
Con estos antecedentes se les condenó a los imputados por los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual y favorecimiento de ejercer prostitución en Chile.

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