Columna/ Análisis / Miguel Sierpe Gallardo Consejero Regional DC
La desconfianza, la duda y la poca consideración se hacen presentes todos los días, lo que hace pensar que nuestra sociedad está pasando por una situación compleja, la idea no es sindicar a culpables, por el contrario la intención es desde nuestro humilde espacio intentar cooperar con estimular un cambio de actitud que permita salir de la condición enferma que muestra la sociedad, si a esto sumamos los niveles de violencia, evidentemente hay que preocuparse y no solo algunos, todos los chilenos debiéramos hacerlo, no resulta menor la situación vivida hace unos días en el Casino Monticcello en la capital, con asesinato a mansalva de dos trabajadores inocentes, los incendios diarios de buses de la movilización colectiva, los atentados en la Araucanía, la decapitación de los bustos de los héroes de la guerra del pacifico en el Morro de Arica, el caso del Sename y otros.
Sin embargo hoy hago especial mención a la violencia evidente que se vivió el fin de semana en Puerto Natales, no resulta comprensible que el Estado de Chile contrate personal para encargarlos del orden y la seguridad pública y sean estos mismos que terminen siendo quienes atropellen, agredan y no tengan el más mínimo respeto ni el comportamiento ético adecuado en relación a su misión y función, lo de los ex carabineros en Puerto Natales no es un hecho aislado, es uno más de los episodios que hemos conocido constantemente por los medios, funcionarios de la policía uniformada integran bandas, redes de drogas, asaltos y actividades ilícitas son noticias constantes y cada vez más reiteradas, lo que ha alejado decididamente a la comunidad de la credibilidad y el afecto que en otros tiempos respetaba y apreciaba de la policía uniformada. Diferente pero no menos grave es el desfalco que va en más de 25 mil millones de pesos, porque en mi concepto aquello obedece a otra situación y tal corrupción obedece a la acción de un grupo selecto de funcionarios de un status mayor.
Toda esta situación a mi modesto entender está haciendo sonar una alarma que me parece que el mando mayor de la policía uniformada debe escuchar, los procedimientos de reclutamiento de personal están mostrando fatiga, lo que significa que están apareciendo fallas evidentes que deben eliminarse con prontitud y decisión, porque en realidad cada día resulta más complejo explicar lo que no tiene explicación, por ello se debe destacar como corresponde la diligencia y dedicación que ha mostrado el mando de Carabineros en Magallanes donde el General Espinoza ha actuado correcta y oportunamente, no dejando ningún espacio a la duda en el actuar.
Es verdad que el avance tecnológico ha permitido mayor acceso a la información y hoy todo se sabe, sin embargo parece que los hechos ilícitos donde se ve involucrada la policía uniformada son inéditos, al menos cuantitativamente.