De acuerdo a lo confirmado por el fiscal del caso, Felipe Aguirre, se está solicitando una pena de 7 años de cárcel para un bombero que fue detenido por su presunta responsabilidad en incendios de vehículos en Punta Arenas del año pasado.
Según los antecedentes presentados en la acusación fiscal, a Rubén Osvaldo Oyarzún Castro, de 45 años, voluntario del Cuerpo de Bomberos, se le vincula con dos hechos: el primero un incendio de un automóvil Citroën, acontecido el 26 de mayo del 2016, en calle Eusebio Lillo, frente al número 14; mientras que el segundo se registró el 17 de julio en calle Arauco a pocos metros de Avenida Independencia, donde le prendió fuego a un Jeep Wrangler. Los hechos ocurrieron el 26 de mayo del 2016, a eso de las 4.20 horas, cuando el afectado Manuel Ahumada Saldivia dejó estacionado su Citroën en Eusebio Lillo 14 a escasos metros de un portón de madera y a pocos metros de su casa. El imputado caminó al inmueble luego de compartir en casa de conocidos, posicionándose en la parte trasera del móvil y con un encendedor procedió a prender fuego. Luego de ello se mantuvo en el lugar alejándose posteriormente del sector. Mientras se alejaba lentamente veía el vehículo retirándose a su domicilio. Según lo indicado por la Fiscalía, el incendio del vehículo ponía en riesgo la vivienda. El imputado no tenía conocimiento que desde la casa del vecino se captó el momento exacto en que cometió los hechos, pudiendo apreciarse a un sujeto que vestía una parka negra y de lentes.
Segundo caso
Con relación al hecho registrado el 17 de julio, la Fiscalía explicó que el propietario de un Jeep modelo Wrangler, identificado como Alberto Rebolledo, lo dejó estacionado en calle Arauco frente a su domicilio. El afectado, por razones personales, se dirigió hasta la localidad de Cerro Sombrero, siendo avisado por vecinos a eso de las 5 horas que su móvil se estaba incendiando.
Según la acción judicial, Oyarzún estuvo ese día compartiendo en la casa de un amigo, el cual registra domicilio en la esquina de Independencia con Chiloé, sector centro de Punta Arenas. A eso de las 2.00 horas, el imputado se retiró del domicilio, dirigiéndose a un local nocturno que se encuentra ubicado en la esquina de Armando Sanhueza con Balmaceda, para luego concurrir a otro centro de diversión nocturna.
Horas más tarde salió del lugar y se dirigió a Avenida Independencia para tomar locomoción colectiva, no pasando ningún colectivo, llegando a la esquina de Arauco, donde pensó en ir a una “casa de citas” mientras llovía esa noche.
Al llegar al lugar desistió de ingresar, yendo nuevamente a la esquina de Independencia con Arauco para tomar colectivo. Fue en dicho instante que divisó el Wrangler, el cual tenía una cubierta de plástico, la que encendió con un encendedor, comenzando a arder lentamente, retirándose del lugar con dirección a su domicilio. El móvil resultó completamente destruido, dejando pérdidas por $ 11 millones.
Según relató el fiscal, el imputado declaró que luego de dos días reaccionó a lo que había hecho, manteniendo el sentimiento de culpa por lo que había hecho mientras se encontraba bajo los efectos del alcohol, declarando no saber el por qué de su accionar. En este hecho, la cámara de otro vecino captó al sujeto, de las mismas características del caso de calle Eusebio Lillo, el cual vestía con la misma chaqueta negra, usando sus lentes y la misma forma de caminar.
En las dos oportunidades el sujeto utilizó un encendedor para quemar los móviles, iniciando el fuego en el caso del auto de Eusebio Lillo desde el interior hacia el exterior, mientras que en el Wrangler desde afuera hacia adentro.
La audiencia de preparación de juicio oral está fijada para este mes de agosto en el Juzgado de Garantía, donde incluso se el imputado acepta los hechos puede optar a una pena menor en un procedimiento abreviado.