“Las leyes de Michelle Bachelet y de su gobierno, (en lo valórico) han herido profundamente el espíritu del pueblo evangélico”, afirmó la concejala de Punta Arenas, presidenta regional de Renovación Nacional (RN) y quien pertenece a una iglesia evangélica.

Agregó que las iglesias evangélicas “tienen todo el derecho de expresar su opinión, ya que están basados en temas bíblicos” y que ellas “no insultan y no descalifican a nadie” ya que sus opiniones sólo han venido a reiterar lo que los pastores y las iglesias han venido planteando durante años, reiteró Castañón.

“La izquierda se ha especializado en aplicar la ley del embudo, es decir, aplicar a otros la parte angosta, pero reservándose para ella la parte ancha”, señaló la concejala evangélica, agregando, respecto de la despenalización del aborto en tres causales que “es el asesinato de una persona en el vientre de su madre”, lo que es contrario al mandato divino y señaló que “los cristianos de verdad, no los que se dicen ser cristianos, no deben callar porque el Evangelio es para valientes, no para cobardes”.

Luego declaró que este gobierno y la izquierda han aplicado “una estrategia basada en la mentira, que parece darles resultado” y han hecho pasar por alto que “no existe enfermedad alguna en que la solución sea matar al paciente”, como puede colegirse del cuerpo legal promulgado hace un par de días por el gobierno de Michelle Bachelet.

Castañón formuló un llamado a los médicos y a los equipos de salud “a salvar vidas, no a eliminarlas” y denunció que la ley que despenaliza el aborto en tres causales busca “el aborto libre”.

También expresó su opinión acerca de la actitud del intendente Jorge Flies, a quien le reprochó que “no ha defendido la vida, diciendo ser cristiano evangélico, anteponiendo el mandato del gobierno al que sirve a la palabra de Dios”.

Finalmente, respecto de las elecciones de noviembre próximo dijo que “llamo a no votar por quienes representan y defienden a un gobierno como el que busca implantar un nuevo marco valórico para Chile y los chilenos. Yo digo ¡no más!”.