Dos desesperadas y cansadas mamás y apoderadas de la Escuela Arturo Prat de la capital regional acudieron a Diario El Pingüino para denunciar que se han vulnerado los derechos de sus hijos.

Mónica Muñoz y Edith Maldonado, cuyos hijos cursan 5° y 1° básico, respectivamente, señalan que recurrieron a este medio de comunicación para dar a conocer su caso, porque no “hemos recibido una respuesta satisfactoria de la directora del establecimiento, Dina Briceño, ni de la Cormupa y tampoco de la Superintendencia de Educación”, instancias a las que recurrieron sistemáticamente desde julio de este año, como certifican las cartas de reclamo y la respuesta de la Superintendencia de Educación. 

Asperger
Muñoz cuenta que su hijo fue diagnosticado el 22 de mayo de este año con el síndrome de Asperger por la neuróloga tratante del Hospital Clínico Magallanes, quien comunicó a la Escuela Arturo Prat que el niño requería, entre otros, “apoyo, flexibilidad curricular, instrucciones concretas y evitar bullying”.

No obstante, en su carta de reclamo a la Superintendencia de Educación, fechada el 11 de julio de 2017, precisa que “el alumno es constantemente insultado por sus compañeros de curso diciéndole: ‘enfermito mental’, ‘mongólico’, ‘tarado’, insultos que se los dicen delante de adultos y lo más simple para los profesores es decirle a mi hijo que no les haga caso a sus compañeros”.

Luego agrega que “no puede ser posible que a un niño lo molesten y discriminen y la señora directora no haga nada, sabiendo que esta es la situación que está viviendo mi hijo”.

No ha lugar
El 17 de agosto de este año, el encargado regional de la Unidad de Promoción y Resguardo de Derechos Educacionales de la Superintendencia de Educación, Ignacio Gallardo, respondió extensamente a la denuncia formulada por Mónica Muñoz contra el establecimiento educacional. Entre sus principales conclusiones y luego de analizar la documentación, concluye que “el establecimiento educacional ha aplicado su Protocolo de actuación correctamente” y luego enumera una larga lista de acciones que habría realizado la escuela en apoyo al alumno. “En consecuencia, se procede a cerrar la atención solicitada y no dar posibles sanciones administrativas en contra del establecimiento aquí denunciado”, concluye.

Aun así, Muñoz no está conforme con la respuesta entregada y solicitó vía Transparencia que le envíen los informes entregados por la Dirección del establecimiento a la Superintendencia de Educación. 

Cormupa
La otra apoderada, Edith Maldonado, expone en una carta dirigida al secretario general de la Cormupa, Segundo Álvarez, que los malos tratos de parte de la inspectora son comunes y que por tal razón se acercaron al establecimiento para hablar con la directora, pero no las recibió y les dijo que “no tenía disponibilidad y nos derivó con la orientadora, quien nos dijo en nuestra cara que nuestros hijos mentían y tampoco se tomó el tiempo para atendernos. Creemos que en estos últimos años han acontecido hechos similares o más graves que esto y la directora no le ha dado la importancia que se merece”.