Un total de dieciséis automóviles averiados, a medio desmantelar, pero todos convertidos en chatarra, conforman un vertedero de partes, piezas y restos de carrocerías y partes interiores que afean y contaminan el paisaje urbano y residencial del sector de Capitán Guillermos.
El lamentable espectáculo no es nuevo, pero sí reciente, porque en varias oportunidades, personal, maquinaria municipal y medios humanos y materiales de una empresa contratista de servicios de aseo, apoyados por vecinos de buena voluntad, agrupados en diversas organizaciones sociales, recogieron esos desperdicios metálicos y plásticos, los cuales fueron enviados al vertedero municipal, en el sector de Leñadura.
La chatarra y otros desperdicios provenientes de los vehículos a medio desmantelar, están ubicados en el ribazo norte del estero Llau Llau, entre la avenida Circunvalación y el pasaje Isla Wood, en el sector norte de la población “Alfredo Lorca”.
Formuladas algunas discretas consultas a vecinos del sector, éstos indicaron que desconocían la identidad de los propietarios de los vehículos a medio desmantelar y tampoco podían señalar fecha, hora y pesonas responsables de haberlos llevado hasta ese lugar.
Lo que sí señalaron es que se está a la espera de que “se los lleven a una parcela”, donde hay muchos más vehículos averiados y a la espera de ser convertidos en cubos metálicos que podrían ser enviados a funciones ubicadas en Santiago.
Funcionarios de Carabineros han concurrido al lugar, conversado con los vecinos, pero no han podido notificar los partes correspondientes, pues los dueños o responsables de esa chatarra siguen en el anonimato.
Esa misma dificultad han debido enfrentar inspectores municipales que también han aprecido por el lugar.
Frente a este verdadero “cementerio de automóviles”, pero al otro lado del estero, a un costado de la multicancha de la población “Río Patagónicos”, puede apreciarse otro amontonamiento de basura metálica y plástica, proveniente de vehículos averiados casi desmantelados que han sido reunidos ahí.
El municipio de Punta Arenas ha realizado el retiro de decenas de autos abandonados en diversos pasajes, calles y avenidas de la ciudad, pero cada cierto tiempo, personas desaprensivas e irresponsables, insisten en abandonar vehículos de diversas marcas y modelos.
Esos automóviles, repartidos en distintos lugares de Punta Arenas se prestan para servir de refugios a delincuentes, borrachos, drogadictos, personas en situación de calle y antisociales, los cuales se protegen del frío, del viento y de la lluvia.
Pero, también les permite amedrentar a los peatones “machetearlos”, es decir, pedirles o, simplemente, quitarles, dinero y especies personales que, luego de ser comercializados les otorgan el dinero necesario para financiar el alcohol, los alimentos, la droga y otras necesidades que ellos consumen.