transitorios de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) que trabajan en el Parque Nacional Torres del Paine decidieran manifestarse y paralizar sus acciones en la portería de Laguna Amarga, por lo que consideran un abandono del Estado hacia ellos, lo que ha significado una merma en infraestructura, alimentación, remuneraciones, entre otros puntos.

Ante esto, tras no lograr una solución al conflicto luego de la mesa de trabajo entre los trabajadores movilizados y el superintendente interino del parque nacional, durante el día de ayer se movilizó hacia el lugar la directora regional de Conaf, Elisabeth Muñoz, quien manifestó ante la situación que “ellos quieren seguir movilizados y para nosotros es de máxima importancia que la gente contratada para estas funciones desempeñe las labores para las que fue contratada en los sectores de montaña, sobre todo por la seguridad de las personas y de sus compañeros que quedaron en los turnos éticos que ellos mismos pusieron, lo que nos parece insuficiente”.
La directora agregó la preocupación de esta manifestación considerando que aún se encuentra desaparecida una turista de nacionalidad alemana, además de las pérdidas económicas, considerando que portería Laguna Amarga es la que más visitantes recibe de las cuatro establecidas.

En tanto, Jovito González, presidente del sindicato de trabajadores de Conaf, expresó que “queremos manifestarle a la comunidad de que el parque está abierto y en ningún caso se ha cerrado. Todas las porterías (Laguna Amarga, Serrano, Sarmiento y Laguna Azul) están funcionando. En el sector de Laguna Amarga los guardaparques están realizando labores mínimas, como el cuidado de los baños, anotación de las visitas, pero no están cobrando entrada. La situación se mantendrá así y vemos que no hay motivos para cambiarla de momento”. Mientras tanto, en las porterías de Sarmiento y Serrano una empresa está haciéndose cargo del cobro de ingreso.

Si bien han llegado a acuerdo en varios de los puntos expresados, la habitabilidad de los guardaparques en sus días de descanso (considerando que muchos llegan desde el norte del país) y la consideración de 40 horas extras sigue siendo motivo de discusión, por lo que de momento el paro de “brazos caídos” continúa.