María Cristina Callahan Álvarez falleció a los 71 años luego de sufrir graves heridas al interior del recinto de reposo, mientras se encontraba bajo el resguardo de cuidadores del hogar de ancianos “Virgen María”, esto llevó a la Fiscalía a iniciar una investigación que derivó en una formalización en contra de un joven que trabaja en el lugar.

Carlos Alberto Escobar Ramírez, de 22 años, compareció ayer el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, donde el Ministerio Público le imputó los hechos que se registraron el 16 de septiembre en horas de la mañana cuando la victima se encontraba como residente en el hogar de larga estadía de adultos mayores “Virgen María”, ubicado en calle Covandoga N° 66, presentando una demencia senil, síndrome de Down y ceguera.

Fue trasladada al baño por un cuidador, Escobar Ramírez,  quien -según se indica por la investigación- de manera imprudente desatendió las características de la abuela, dejándola sola en la bañera, infringiendo su deber de cuidado, retirándose sin prever y evitar que la mujer se lesionara, toda vez que en esa condición abrió la llave del agua hirviendo que cayó sobre su cuerpo, provocándole quemaduras graves al entrar en contacto con su piel.

Producto de ello, sufrió quemaduras de tipo AB en todo el dorso, lesión lumbar, glúteos y genital, lo que alcanzó un 20% de quemaduras en todas las extremidades.

Se agregó que el imputado, a pesar de las graves lesiones de la adulta mayor, en forma negligente infligiendo la reglamentación, no brindó las atenciones, manteniéndola en el hogar sin informar de su delicado estado de salud, hasta que fue ingresada grave al Hospital Clínico de Magallanes y producto de la gravedad de sus heridas y tras 12 días, fue ingresada grave el 28 de septiembre falleciendo el 12 de octubre de 2016 en el recinto médico.

Las causas de muerte se determinaron que correspondieron a las lesiones provocadas por las quemaduras tipo AB en el 50% del cuerpo y sepsis, una infección a la sangre.

El imputado quedó con las medidas cautelares de arraigo regional y un plazo de 60 días para el cierre de la investigación, luego de ser formalizado por un cuasidelito de lesiones graves con resultado de muerte, tal como lo explicó el fiscal Oliver Rammsy: “Se formalizó por este delito porque entendemos que el imputado tenía el rol de garante, de cuidar a estas personas por su especial condición.

Lo que tenemos es que existe una negligencia, imprudente, ya que deja a esta señora en la tina y cuando va a buscar la ropa ella abrió la llave, lo que implica que no la dejó ahí para matarla, si no que fue dejarla imprudentemente y no ocupándose de ella debido a su delicada piel se quemó.

El tema es que la víctima estuvo sin atención durante varios días, donde el imputado no dio aviso para su traslado a un centro médico.

Aquí se le comunicó que se inició una investigación en su contra, donde se le pidieron algunas cautelares. Ahora entendemos que no existe impedimento que siga trabajando en ese hogar.

Lo que sí existe es un reglamento que se manejan en las casas de reposo, donde los cuidadores tienen que tener cierta experiencia y conocimiento del reglamento del Ministerio de Salud de tener al menos una capacitación”.

Por este tipo de delitos la pena máxima que arriesga el imputado es de cinco años de presidio, donde la familia buscará que se recalifique el delito, tal como lo señaló el abogado representante de la víctima, Marcelo Díaz: “Lo que buscamos es la responsabilidad del caso, si bien no compartimos con el Ministerio Público con el delito que se persigue está en estudio recalificar el delito a un homicidio por omisión, el cual consiste en que la persona que desarrollaba la labor de cuidado es un garante y no cumplió con sus funciones”.

A la salida de la audiencia, el imputado Carlos Escobar Ramírez, en escuetas declaraciones, sólo indicó que “no soy responsable de los que se me acusa, no hice nada de eso”.