Al final del paseo se detuvieron para recoger algo de basura. Tonya Illman agarró una botella de ginebra color marrón con letras en relieve, pensando que sería un hermoso adorno para su casa.
Illman le entregó la botella de aspecto antiguo a la novia de su hijo, Bree Del Borrello. Ella notó que en el interior había algo que parecía un cigarrillo. Al llegar a casa sacaron el frágil objeto y vieron que estaba enrollado y envuelto con una cuerda.
Esta botella atesoraba en su interior un papel enrollado.
El papel, de 20 centímetros por 15 centímetros, es el mensaje más antiguo del mundo, en una botella, que se tiene registrado hasta la fecha. “Fue una casualidad absoluta”, declaró Kym, el esposo de Illman, a The Guardian.
La fecha del mensaje es del 12 de junio de 1886 (131 años y 223 días de edad cuando fue encontrado).
Para encontrar respuestas fueron al Museo de Australia Occidental, donde conocieron a Ross Anderson, el curador asistente de arqueología marítima. Él les ayudó verificar la autenticidad de este mensaje.
Después de varías investigaciones se pudo concluir que la botella había sido arrojada por la borda del barco de Alemania llamado Paula mientras cruzaba el Océano Índico en un viaje desde Cardiff, Gales, a la actual Indonesia. Este hallazgo fue confirmado por expertos en el Observatorio Naval Alemán.
En
esa época las tripulaciones alemanas estaban llevando a cabo un
experimento que les obligó a arrojar miles de botellas por la borda para
investigar las corrientes oceánicas mundiales.
Cada mensaje contenía las coordenadas de dónde estaba el barco cuando tiraron la botella, junto con la fecha y el nombre del barco. Todos estos detalles estaban en el mensaje en la botella que Illman encontró.