De
acuerdo a la acusación de la Fiscalía y la denuncia realizada por la
víctima, de actuales 23 años, los hechos ocurrieron en primera instancia
durante el verano del año 2012, cuando el imputado, un jubilado de
Ejército de iniciales M.R.M. (por resguardo a la víctima), viajó a Punta
Arenas para visitar a su hija de 17 años, induciéndola -según los
antecedentes- para que mantenga relaciones sexuales mediante regalos y
diciéndole que no era malo y que sería un secreto.
Fue en esos momentos que el imputado le habría dicho a la joven que no era su padre biológico, por lo que no sería malo, amenazándola que si estaba con otro hombre podía contagiarse de SIDA u otras enfermedades, convenciéndola a que lo acompañe a diferentes moteles.
Con estos antecedentes, al imputado se acusó por el delito de estupro consumado en calidad de autor en contexto de violencia intrafamiliar.
Segundo hecho
En el segundo hecho se señaló que desde el año 2012 hasta el 2015, después que la víctima cumplió 18 años, el imputado, que vivía en Mulchén, decidió radicarse en Punta Arenas, situación que aprovechó para exigirle a la joven que estuviese con él para mantener relaciones sexuales, ordenándole que se aleje de un pretendiente de su edad, exigiendo mantener relaciones sexuales con él o de lo contrario a través de las redes sociales publicaría su relación con ella y exhibiría las fotografías y videos que mantenía de ella desnuda.
Esto provocó temor en la joven, accediéndola carnalmente, todo bajo amenaza de muerte, señalándole que la mataría y luego se suicidaría, mostrando un arma de fuego.
El imputado, además, intimidó a la afectada, incluso llamando a un supervisor de su trabajo inventando que era una ladrona. Esto provocó que la víctima accediera a lo que le pedía el imputado.
Finalmente el 9 de julio del año 2016, el imputado mediante amenazas trasladó a su hija hasta el Parque María Behety para mantener relaciones sexuales, ante lo que la joven se negó, lo que provocó el enojo del imputado, intentando ahorcarla, y diciéndole que le sacaría los dientes, por lo que la trasladó por un camino del sector denominado La Discordia, donde procedió a violarla.
En este segundo hecho al imputado se le acusó por el delito de violación.
Penas
La
Fiscal Wendoline Acuña pidió penas de cinco años por el delito de
estupro en relación al primer hecho, mientras que por el segundo hecho,
en el delito de violación pide ocho años de cárcel.