Nicolás Maduro dio el martes 48 horas para dejar el país al encargado de negocios de E.E.U.U en Caracas, Todd Robinson, y a su “número dos”, Brian Naranjo, que ejercía de jefe de la sección política de la embajada, acusándolos de conspiración política.
“Hemos
recibido una notificación formal, responderemos de manera apropiada,
recíprocamente, quizás más que eso, apropiadamente. Continuamos
vigilando al régimen de Maduro y su destructivo comportamiento contra el
pueblo de Venezuela”, dijo Pompeo durante una comparecencia ante el
Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
El ultimátum de Maduro fue al día siguiente que Donald Trump, anunciara sanciones económicas que limitan al gobierno venezolano de vender activos estatales. Pompeo afirmó hoy que Estados Unidos “está imponiendo una nueva presión económica en el régimen de Maduro para ayudar a ese país a regresar a la democracia” y aseguró, además, que está trabajando con “los socios regionales con ideas afines para que hagan lo mismo”.
La disputa diplomática entre ambos países nace tras los comicios del domingo pasado en Venezuela, en los que Maduro salió reelecto como presidente y tras los cuales distintos países han cuestionado la legitimidad del proceso.