La abuela yagán, Tesoro Humano Vivo, Ciudadana Ilustre de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena e Hija Ilustre de la comuna de Cabo de Hornos, Cristina Calderón Harban, cumplió 92 años. El gobernador de la Provincia Antártica Chilena, Nelson Cárcamo, la visitó brevemente e hizo entrega de un regalo y le deseo un feliz cumpleaños.
La abuela Cristina es la mayor depositaria viva de la lengua y cultura Yagán, y referente nacional e internacional de un pueblo milenario.
Depositaria y difusora de su idioma nativo, Cristina Calderón ha sido catalogada como la última hablante del dialecto Yagán, pueblo originario de Chile que poblaba los canales y costas de Tierra del Fuego y el Archipiélago de Cabo de Hornos, sin embargo, junto a su nieta Cristina Zárraga, estuvieron trabajando para que esto no sea así, en diversas entrevistas, han dicho que la lengua seguirá existiendo.
Historia
Cristina nació en 1928 en la Isla Navarino, en plena Tierra del Fuego, donde junto a su familia vivía apegada a la cultura yagana de sus ancestros, manteniendo sus costumbres y creencias. Los yaganes habitaron el continente hace unos 6 mil años, navegando entre los tormentosos canales del extremo sur, cubiertos de grasa y pieles de lobo para abrigarse de las bajas temperaturas. Además, eran fabricantes de canastos de junco, técnica que hoy todavía se mantiene, tejiendo sin usar ningún instrumento en su confección. Con la llegada de los europeos la cultura comenzó a decaer y mezclarse con la del viejo continente.
Si bien Cristina no vive exactamente igual que sus ancestros esperando en el frío, cuando niña su familia seguía hablando en el lenguaje nativo y manteniendo ciertas tradiciones. Cristina aprendió a hablar español a los 9 años, y a la vez conservó el idioma Yagán, compuesto por 32.400 vocablos.
Madre de 9 hijos y abuela de 14 nietos, Cristina no le enseñó a hablar a ninguno de sus descendientes, pues los niños no querían aprenderlo por discriminación, lo que contribuyó aún más a la pérdida de la cultura Yagán.
En 2009 fue declarada “Tesoro Humano Vivo”, al ser la depositaria y difusora de las lenguas y tradiciones del pueblo Yagán. Este reconocimiento fue entregado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, en el marco de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial, de la Unesco de 2003.
Junto a su nieta, Cristina Zárraga, creó un diccionario yágan-español, acompañado de imágenes de animales y un cd donde se escucha a la abuela repitiendo en Yagán palabras como viento, perro o alma. Además, juntas editaron un libro de leyendas e historias originarias llamado “Hai Kur Mamašu Shis” (“Quiero contarte un cuento”).
Su nieta Cristina Zárraga, también publicó el libro “Cristina Calderón, Memorias de mi abuela Yagán”, en donde hay más detalles de las memorias de la abuela Yagán.
Nieta
“Es la única que habla el yagán fluidamente y lleva los recuerdos aún vivos en su memoria. Mi abuela perteneció a la generación que registró el etnólogo Martín Gusinde. Una generación que aún sostenía los conocimientos ancestrales traspasados oralmente entre los yámana (como se autodenominan los yaganes), y que aún disfrutaba de las libertades de antaño, como por ejemplo, navegar libremente por los canales australes y establecerse en todo el territorio que en ese entonces le era comprendido”, comenta sobre su abuela Cristina Zárraga en una entrevista anterior.