Mañana a las 11 horas en el Juzgado de Letras del Trabajo de Punta Arenas, el abogado Juan José Arcos, junto a un chofer de la empresa Laza, prestadora de servicios a ENAP, demandará a ambas compañías por cometer una “grave infracción laboral”.
Esto luego de que el trabajador, quien prefirió mantener su nombre en reserva por temor a represalias, ingresara a prestar servicios a la comercializadora el 15 de diciembre del año pasado, transportando cargas peligrosas para la ENAP en calidad de chofer de camión. Por este rubro se le formuló un contrato en el cual se señala en la cláusula segunda que: “No se establece jornada de trabajo por estar excluido de horarios, por no tener supervisión jerárquica, según el artículo 22 inciso segundo del Código del Trabajo”.
Como consecuencia de este contrato “tan leonino”, dijo el trabajador “he debido, por la necesidad imperiosa de mantener a mi grupo familiar, trabajar en extenuantes jornadas de 13 a 14 horas diarias, conduciendo cargas peligrosas, poniendo en riesgo mi vida y la de los demás usuarios de vías públicas de la región”.
“Es así que en total durante todo el período trabajado he estado realizando a lo menos 65 horas de trabajo semanales, en circunstancias, que de acuerdo a la ley correspondía que sólo trabajara 45 horas semanales”, añadió.
Estos hechos son los que calificó Arcos como impresentables, enfatizando que “la empresa contratista de ENAP está tratando de utilizar un subterfugio, habiendo una doble infracción legal”. Esto porque establece que según el artículo anterior, “los contrata como que todos fueran gerentes aplicando un régimen laboral que va más allá de lo que establece la ley, y por otro lado es impresentable que una empresa estatal no se preocupe de revisar que clase de trabajo es el que están dando sus contratistas a los trabajadores. Esto es una verdadera esclavitud”, remarcó.
“Sólo los dependientes que actúen en representación del empleador se encuentran excluidos de la jornada de trabajo, es decir los gerentes, administradores, los que no tienen una supervisión, señala el artículo, pero aquí un chofer es supervisado en forma interna por la empresa y además es supervisado por la ENAP”, añadió, estableciendo que “para burlar la ley ellos están contratando, por así decirlo, a todas las personas como si fueran gerentes, porque éstos no tienen jornada de trabajo por las funciones que cumplen”.
Por lo anterior, la demanda solicita la nulidad de la cláusula contractual y el pago de todas las horas extraordinarias realizadas por el trabajador, las que superan las 1.000, según señalaron.