El destacado deportista paralímpico Óscar Pistorius fue acusado de homicidio, en un confuso incidente ocurrido durante la madrugada de ayer. El atleta sudafricano Óscar Pistorius fue acusado ayer como autor del homicidio de su pareja, la modelo de 30 años, Reeva Steenkamp, en una noticia que golpeó al mundo del deporte.
Inicialmente los reportes indicaban que había sido un accidente, que Pistorius había pensado que se trataba de un robo, por lo que habría buscado su arma y disparado contra el intruso cuando el reloj marcaba las cuatro de la madrugada.
Sin embargo, la investigación tomó un giro inesperado hacia el atleta paralímpico, quien fue luego acusado de homicidio, descartando la opción de que haya sido una lamentable equivocación.
“En este momento aún no disponemos de mucha información”, confesó Henke Pistorius, padre del deportista. “No le he visto, está con la policía y el caso está en manos de las autoridades. Evidentemente estamos conmocionados”, agregó.
Asimismo, reconoció que nunca conoció “personalmente” a quien fue pareja de su hijo durante un año.
“Hay precedentes de denuncias”
La policía de Sudáfrica confirmó a los medios de este país que Pistorius “ha sido imputado por asesinato”.
Además, explicaron que manejan antecedentes de “otras denuncias domésticas en este domicilio”.
Por esto, confirmaron que la fiscalía se opone a que el deportista opte a la libertad bajo fianza mientras dure el proceso.
El hombre de la voluntad de “hierro”
La historia de Óscar Pistorius en el deporte está marcada por la lucha contra las adversidades.
Desde los 11 meses de edad debió lidiar con la amputación de sus piernas a la altura a la rodilla.
Fanático de las emociones fuertes, mantuvo engañados a sus entrenadores, quienes no sabían de su discapacidad al realizar los mismos ejercicios que el resto, pero con pantalones largos.
En Londres, luego de destacarse en su categoría, se convirtió en el primer deportista paralímpico en participar de los Juegos Olímpicos y aunque no ganó una medalla, se inscribió en la historia del deporte.
La vida lo pone nuevamente en la encrucijada de tener que luchar, esta vez para demostrar su inocencia, en lo que será su “prueba” más difícil.