Francisco, el primer Papa jesuita y argentino de la historia

General
14/03/2013 a las 07:32
El argentino Jorge Mario Bergoglio se dirigió a la multitud congregada en la plaza San Pedro luego de ser elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica. La “fumata blanca” instalada en la capilla Sixtina del Vaticano había anunciado que la Iglesia Católica tenía un nuevo Papa. A partir de ese momento se puso en marcha un ritual que culminó con la bendición urbi et orbi que realizó el argentino Jorge Mario Bergoglio, el sucesor de Benedicto XVI a las miles de personas en la Plaza San Pedro, a ciudad de Roma y a todo el mundo.
El cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido nuevo Papa y escogió el nombre de Francisco I. El nuevo Pontífice, jesuita de 76 años, es el 266 Papa de la Iglesia Católica y el primero de América Latina. Sucede a Benedicto XVI, quien renunció el pasado febrero.
Los cardenales “me vinieron a buscar al fin del mundo”, afirmó el Papa Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, en su primera aparición desde el balcón de la basílica de San Pedro ante una multitud que lo ovacionaba.
“Queridos hermanos y hermanas, les agradezco muchísimo recibirme de esta forma”, dijo en italiano y con el rostro emocionado: “Parece que los cardenales me vinieron a buscar al fin del mundo”, afirmó, tras rendir tributo a su predecesor Benedicto XVI e instar a la Iglesia a “la fraternidad”.
“Antes que nada, quiero elevar una oración para nuestro querido Benedicto XVI, porque el señor lo bendiga y la virgen lo proteja”, anunció Francisco.
El anuncio de la elección del 266 Papa de la historia de la Iglesia lo hizo el primer cardenal de los diáconos (el Protodiácono), el francés Jean Louis Tauran. El nuevo Pontífice fue el segundo más votado en el cónclave de 2005, en el que fue elegido el alemán Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.
Mientras tanto, unas 10.000 personas abarrotaron desde temprano la Plaza de San Pedro y la vía de la Conciliazione del Vaticano, aguardando con nerviosismo la quinta fumata del cónclave en el que los 115 cardenales electores deben elegir al sucesor de Benedicto XVI.
La designación del argentino Jorge Mario Bergoglio como nuevo Papa fue recibida este miércoles con una prolongada ovación y aplausos de centenares de fieles que se encontraban en misa en la catedral de Buenos Aires.
Argentinos celebraron
Tras la sorpresa inicial, cientos de feligreses ovacionaron al nuevo Papa Francisco I, mientras decenas de personas y móviles de televisión se acercaban a la Catedral, frente a la histórica Plaza de Mayo, donde el flamante pontífice suele dar misa como Primado de Argentina.
“Estoy sorprendido, no pensaba que lo elegirían a Bergoglio, es el primer Papa latinoamericano y esto va a ser sumamente positivo para la región” dijo a la AFP Gastón Hall, un publicista de 37 años que se definió como católico practicante, al ingresar al templo ubicado frente a la Casa Rosada.
De su lado, Claudio Bonani, un empresario brasileño de 42 años que también se acercó a la catedral tras el anuncio de la elección del primer Papa no europeo en 1.272 años, dijo no conocer a Bergoglio, pero confió en que hará “un gran papado”.
“Es sencillo, y tiene gran compasión con lo más necesitados”, dijo el monseñor Eduardo García, obispo auxiliar de Buenos Aires, quien dijo que “la elección del Papa era una posibilidad”.
Francisco I, el primer Papa de América, tiene un fuerte vínculo con Chile. De acuerdo a su biografía oficial, tras estudiar química e ingresar al sacerdocio bajo la doctrina de la Compañía de Jesús, vino a completar su formación a nuestro país.
Así, a partir de 1958, ingresó al seminario de los jesuitas chilenos que está en la actual Casa de Retiro del Padre Hurtado, en la misma comuna.
Benito Baranda explicó a Emol que esta casa de retiro antiguamente era el lugar donde llegaban aspirantes al sacerdocio de toda Latinoamérica.
De esta forma, el argentino Jorge Mario Bergoglio, entre otras materias, cursó en Chile Ciencias Clásicas, instruyéndose en historia, literatura, latín y griego.
Y no es su único vínculo con Chile. El 1 de marzo de 2010, tras terremoto y tsunami que devastó las costas de Chile, el Papa Francisco envió una carta a la Conferencia Episcopal de Chile para dar su apoyo en ese difícil momento.
En la misiva dirigida al monseñor Alejandro Goic Karmelic, el sucesor de Benedicto XVI expresaba: “Querido hermano: en estos momentos de dolor y angustia, en nombre propio y de los miembros de la Conferencia Episcopal Argentina, le hago llegar nuestra cercanía y la seguridad de nuestra oración”, señaló. “Que el Señor los acompañe, los conforte y les dé las fuerzas para sostener al pueblo de Dios que está sufriendo. Que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide”.

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