Este último tiempo ha sido difícil para la familia de la víctima. Una de sus hermanas, Olga Mansilla Rivera, dijo ayer estar aún muy afectada. Didier Mansilla Rivera falleció el 30 de julio de 2012, al interior del Hospital Clínico de Magallanes. La causa de muerte fue un “infarto cerebral masivo” y “herida punzo cortante cervical complicada”, lesiones homicidas y compatibles con un cuchillo, según el informe de autopsia del Servicio Médico Legal.
Un año se cumplió ayer de este hecho de sangre, que partió inicialmente como un accidente de tránsito pero que ,sin embargo, con el paso de las horas, terminó convertido en un homicidio planificado.
Detrás estaba la esposa, Irma Ovalle Oyarzún, y un amigo de ésta, Sergio Escalona Chiguay. Ambos permanecen recluidos en la cárcel de Punta Arenas cumpliendo 20 años de condena cada uno.
Familia
Diario El Pingüino intentó conversar con ellos pero declinaron aceptar la entrevista. La mujer no quiere referirse al terma y Escalona se excusó señalando que piensa escribir un libro, donde espera contar cada detalle del caso.
Este año ha sido difícil para la familia de Didier. Una de sus hermanas, Olga Mansilla Rivera, dijo ayer estar muy afectada aún. El domingo asistieron a una misa y periódicamente acuden al mausoleo del Ejército, en el Cementerio Municipal Sara Braun, donde descansan los restos del hermano. Para ella esto es como una herida que aún permanece abierta y que solamente el tiempo ayudará a cicatrizar.
Crimen
El 29 de agosto se concretó el crimen que planificaron los acusados. La mujer terminó convirtiendo en sicario a Escalona luego de ofrecerle un pago en dinero por la muerte de su marido. Posteriormente ambos terminaron detenidos y confesando el homicidio.
Así lo refleja la sentencia judicial, que da por establecida la participación “penalmente sancionable” de Ovalle Oyarzún, que planificó e indujo al autor material, “merced a la motivación de una recompensa o remuneración”, para que “Escalona Chiguay diera muerte a la víctima, Didier Celestino Mansilla Rivera, quien a la sazón tenía la calidad de cónyuge de Ovalle Oyarzún. En tales condiciones, ella detenta la calidad de autora del delito de parricidio”, al haber “inducido directamente a Escalona Chiguay a ejecutar materialmente el hecho que, en definitiva, ocasionó la muerte de la víctima”.
La sentencia es de fecha 6 de mayo y los culpables ya están cumpliendo las elevadas penas, porque el recurso de nulidad que presentó la defensa de uno de los acusados fue rechazado por la Corte de Apelaciones.
Como lo sostuvo el fiscal Eugenio Campos en el juicio, Escalona buscó la forma de contactarse con Didier, a través de una cuenta en Facebook. Haciéndose pasar por una “negrita” acordaron juntarse el 29 de julio, en una de las calles de la Población Fitz Roy. Mansilla le llevaba un chocolate de regalo a la mujer que nunca vio. En el lugar acordado estaba Escalona quien le dijo que lo llevaría donde la “negrita”. En el trayecto le cortó el cuello con un cuchillo dentado y escapó. Moribundo, Mansilla alcanzó a conducir unos metros pero chocó con un poste. Por eso, al principio el hecho se informó como un accidente de tránsito. Sin embargo, los primeros días de septiembre, cuando la SIP de Carabineros detiene a Escalona queda al descubierto la participación de la esposa de la víctima.
En el juicio, Escalona declaró que Irma le contó que sufría maltratos físicos y sicológicos e infidelidad del marido y que le preguntó cuánto le cobraba por matarlo. Primero pensó que era broma y después aceptó la propuesta. Por eso creo el perfil de mujer rn Facebook y ocupó un programa computacional para distorsionar la voz, para convencerlo de juntarse y así matarlo. Esto lo sabía Irma, quien le ofreció más dinero, además de sueldo de por vida. En internet buscó las zonas delicadas del cuerpo para quitarle la vida. Luego de acuchillar a Mansilla salió corriendo del auto.
El sicario huyó y abordó un colectivo, botó el celular y el chips. Luego volvió al Parque María Behety donde quemó sus ropas.