Este concurso está dirigido a pequeños y medianos agricultores y organizaciones de usuarios de agua de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Aysén y Magallanes. El 22 de agosto vence el plazo para postular al Concurso “18-2013, Zonas Extremas II”, administrado por la Comisión Nacional de Riego (CNR) del Ministerio de Agricultura que contempla recursos por $ 1.000 millones y está orientado a proyectos de las regiones de Arica y Parinacota (XV), Tarapacá (I), Antofagasta (II), Aysén (XI) y Magallanes (XII) para contribuir al desarrollo productivo en los extremos del país, como promueve la Cartera de Estado encabezada por el ministro Luis Mayol.
Este concurso está dirigido a pequeños y medianos agricultores y organizaciones de usuarios de agua de las regiones.
Los interesados pueden postular sólo a través del software de la Ley
N° 18.450 disponible en el link “Postulación Electrónica Ley 18.450” del portal de la CNR: www.cnr.cl (http://base-ley-18450.cnr.gob.cl/LEY18450/index.php).
El secretario ejecutivo de la CNR, Felipe Martín, reiteró la importancia que los productores agrícolas de estas regiones puedan utilizar los recursos que dispone la Ley N° 18.450, a través de concursos específicos para aquellas regiones que también requieren hacer más eficiente el uso del recurso hídrico.
El seremi de Agricultura, Manuel Bitsch, indicó que para los proyectos presentados en Aysén y Magallanes existe un monto total asignado de
$ 230 millones, tanto para obras de tecnificación de riego u obras civiles intraprediales, como también para proyectos de obras civiles extraprediales. Agregó que si bien el monto pudiera eventualmente ser insuficiente para satisfacer la demanda de las 2 regiones, es importante que todos los interesados postulen, ya que podría existir la posibilidad de gestionar un suplemento, en caso de ser necesario.
La Ley 18.450 desde su gestación, en 1985, ha tenido por finalidad incrementar la superficie regada del país, provocar un mejoramiento del abastecimiento de agua en aquellas áreas regadas en forma deficitaria, incentivar un uso más eficiente de la aplicación del agua e incorporar nuevos suelos a la explotación agropecuaria, esto último, por la vía de eliminar el mal drenaje o facilitar la puesta en riego predial. Es evidente que tras esas finalidades hay un objetivo trascendente: mejorar la productividad a objeto de que los productores eleven sus ingresos y los habitantes del área beneficiada mejoren su nivel y calidad de vida.