La Seremi de Transportes y Telecomunicaciones comenzó a intensificar las fiscalizaciones por el uso no autorizado de Gas Natural Comprimido (GNC), porque las irresponsabilidades de los choferes en Magallanes no sólo están en al conducción bajo la influencia del alcohol. Ahora se llegó a extremos, como la circulación sin las medidas de seguridad necesarias. Y en eso hay miles de cómplices, que “hacen vista gorda” a lo que está ocurriendo y que pone en riesgo la vida de numerosas personas. Pero para ello, durante la noche de sábado y madrugada de domingo se revisaron 44 vehículos en dos servicentros, entre taxis básicos, taxis colectivos y dos vehículos particulares, y se cursaron en total cinco infracciones, donde dos fueron por no usar cinturón de seguridad, dos por portar equipo de GNC no autorizado por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y uno por tubo de escape antirreglamentario. La más grave,  obviamente, la de irregular instalación de equipo de gas. El recuerdo de la explosión ocurrida durante la noche del jueves 20 de marzo pasado, en la que el protagonista paradójicamente fue un estudiante en prevención de riesgos, está vigente. El hecho pudo haber sido más grave, dadas las circunstancias de donde ocurrió, pleno centro de la ciudad y a escasos metros de viviendas y edificios. Ahora las pesquisas deben apuntar a los lugares que -secreto a voces- realizan estas irregulares maniobras de instalación de estanques de oxígeno adaptados para la carga de gas natural comprimido.