El sicólogo Patricio Andrade explica que los cambios de hora generalmente afectan a toda la familia, porque hace cambiar todos los hábitos de esta.
“Por un lado presupone el hecho de que al aumentar o disminuir una hora, uno ocuparía más tiempo de luz. Pero nosotros sabemos que acá en Magallanes tenemos un serio problema con el tema de la luz. Ahora en invierno por ejemplo, son más las horas de oscuridad, por lo cual también se van generando ciertos estados en las personas, que hacen que tengamos esa particularidad de los magallánicos, como ser  quizás más retraídos, desarrollar nuestras actividades más dentro de casa, que fuera”, dijo.
Añadió que esta situación se da de una forma totalmente al revés en el resto del país, ya que es mucho más favorable en términos de que el mayor cantidad de luz permite a la gente desarrollar más actividades. “Imagina que en Santiago todavía están alrededor de los 30 grados, todavía están con muy buena luz, entonces la vida es distinta”, agrega.
Extranjeros residentes
Las personas que llegan a la región tienen una doble tarea: adaptarse al la gente, y al clima.
Con respecto de este tema, Andrade piensa que les afecta más, por el simple hecho de que en sus zonas no es así. Si se añade que ya comenzó el frío, y va a ir en aumento a medida que pasan los meses, “entonces eso te retrotrae a estar más abrigado. Los magallánicos usamos ropas más opaca, siempre andamos con más capas de ropas encima. Y uno lo ve desde cómo se abriga un bebé, hasta como sale un adulto mayor. Eso es así digamos”.
El sicólogo explica que este cambio de horario no afecta a las personas que nacen en la región, porque son más resilientes a este tipo de temas, y otra persona que no es de acá, está esperando que llegue el verano para arrancar a un clima más benevolente.
Con respecto a las diferencias cuando se inicia el verano, comenta que la gente “se nota más distendida, más alegre. Hay cambios en los colores de la ropa. Nos vamos quitando estas capas, entonces respiramos más aire. Estamos más tiempo fuera de la casa hay más ánimo para que la gente haga deporte, y esté más en la calle”.
Menor luz
El climatólogo Nicolás Butorovic, manifestó que “la hora tiene que atrasarse, igual que al levantarse, dependiendo la hora en que uno lo haga, también va a estar oscuro”.
Si bien, el invierno empieza el 21 de junio, por calendario hasta el 21 de septiembre, los días de los magallánicos se empiezan a acortar más con este cambio de hora, por lo menos hasta el 21 de junio, ya que el 22 comienzan nuevamente a alargarse los días
Con respecto del comportamiento del clima, Butorovic dice que como ya no se puede definir el invierno en los meses que está, principalmente en términos de temperaturas, principalmente por ser tan variable, “uno puede encontrar los temporales de viento y  la lluvia todo el año, pero aunque es menos probable que se vea nieve en mayo, aunque ha nevado en mayo. 
Pero desde el punto de vista de las horas, el 21 de junio, a pesar de que dice bienvenido el invierno, etc, los meses más complicados son de abril a junio”, finaliza.