Momentos de terror se encuentra viviendo la mujer argentina que fue amenazada por el croata Lun Terzic, esto de acuerdo con lo relatado por la víctima del croata al diario Provincia 23, de la Tierra del Fuego argentina, donde manifestó sentir mucho temor por lo que este sujeto podría hacerle.
La ciudadana transandina  contó los detalles de cómo llegó a conocer a Terzic y lo  ocurrido tras haber sido amenazada
Con temor, la mujer cuenta: “Lo conocí por una red social. Hablamos un día, me dijo que hacía cuatro días estaba en la ciudad que no conocía nada y así empezó la relación. No me dijo donde estaba parando, hasta que llegó el momento del encuentro, y como no conocía el lugar, me preguntó si tenía auto. Le dije que sí. Me preguntó además si lo podía pasar a buscar, entonces le dije que me tenía que dar la dirección. Me dijo que estaba “parando” sobre calle Prefectura Naval, le pedí una referencia y me dijo que lo esperara frente al kiosco Mac”, refirió la mujer, respecto del primer contacto que mantuvo con Terzic.
“Al día siguiente nos volvimos a ver, estábamos en casa, lo llevé por primera vez. Él insistió, me dijo que si estaba sola que podía hacerme compañía, y aunque me costó, accedí. Era la primera vez que entraba un hombre a mi casa, solo mis amigos y mi familia ingresan a mi casa. Esta fue la primera vez que accedo”, enfatizó la mujer.
“Nuevamente lo fui a buscar, lo traje a mi casa y empezamos a hablar de cosas de la vida. Le pregunté sobre su lugar, algunas contestó, otras no, yo hablé poco de mi vida. Hasta ese momento era gentil, una persona educada, pero me llamó la atención la primera noche que fuimos a tomar algo a Narcizo (un bar de Río Grande), porque el mozo se tardó en traernos lo que habíamos pedido, y él se enojó. Me molestó, pero pensé que podía ser parte de su cultura”, detalló.
“Él me cuenta que un amigo le había contactado con otra mujer que le alquiló un lugar, donde no tenía luz, después no había gas, y después no había agua. Entonces yo que alquilo lugares, le dije que no me parecía justo que le pasara eso” curiosamente, luego de esta charla, Terzic “toma el celular y empieza a discutir con una mujer, a todo esto se hicieron como las 9 de la noche, mientras él discutía con la mujer”.
“Alrededor de las 9 y media de la noche me dice que esta mujer con la que estaba discutiendo le dijo que le iba a devolver el dinero, pero que tenía que retirar las valijas. Ahí me pide alojamiento por dos días, imploró que lo dejara quedarse, y nuevamente accedí”, dijo la mujer muy acongojada. 
Consultada respecto de esos casi tres días en que estuvieron conviviendo, la mujer indicó: “Los dos días de convivencia lo soporté, porque me pregunté que hago con esta persona metida en mi casa. Yo tenía cosas que hacer y no podía, porque él iba conmigo a todos lados, tampoco lo quería dejar solo porque tengo papeles importantes en mi casa, pensando que podía ser la peor persona del mundo y no me equivoqué”.
En cuanto a la noche en que ocurrieron los violentos hechos, la mujer refirió: “Esa noche yo recibo un llamado telefónico y terminada la charla, él me reclamó que yo estuviera hablando con otra persona, entonces ahí le dije, me transformé y le dije ¿hace dos días te traigo a mi casa, porque soy buena persona te traje a mi casa sin conocerte y me estás reclamando porque recibo un llamado telefónico?”, le increpó a Terzic, y agregó “retira tus cosas, porque no te quiero más acá. Me suplicó, me imploró que lo dejara quedarse porque quería casarse, quería que yo sea su esposa, y no sé cuántas cosas más”, dijo la mujer.
Tras la discusión mantenida, mientras la víctima le solicitaba que se fuera de la casa, “tuve que luchar media hora para que se vaya, enojadísima siempre, y en ese tiempo insistió, que yo era la mujer de sus sueños, de su vida. Después me quedé mirando tele, él estaba más lejos, pero lo veo con mi campo visual, lo veo acercarse y en eso se acercó al sillón y me dijo “voy a tener que matarte”. Pensé que me estaba cargando, pero lo miré y se le transformó la cara, era la cara de un asesino”.
“Yo no hice nada, lo primero que atiné a hacer cuando le vi la cara de asesino, empecé a tratar de calmarlo de tranquilizarlo, decirle que ese enojo mío no era tan así, que se calmara, que yo no iba a hacer nada, pero él seguía, “te voy a matar, elegí donde querés morir, sabías que hoy es tu hora? Con esa cara de asesino” le preguntó Terzic a la mujer.
Mientras Terzic seguía amenazando a la mujer, ella pensó “en agarrar las llaves del auto, las de la casa, y salir, pero mi temor era que él tuviera armas” y agregó “en algún momento me creyó que era verdad, que yo quería continuar con él. Pero mi terror era tal que le dije que no me iba a ir, y ahí le dije que quería salir de la casa, que se ponga la campera y nos fuimos. Ahí pidió perdón” y me aseguró “no quise lastimarte”.
“Salí, pensé en ir a la Policía, o a otro lugar, pero no sabía cómo iba a reaccionar, y ahí, entre que dimos vueltas pensé en ir a la casa de una amiga porque necesitaba ir al baño. Fui y por suerte estaba mi amiga, le conté llorando lo que pasaba, y de pronto escuchamos la puerta, este hombre entró, abrió las rejas y golpeó la puerta”.
“A todo esto, yo salgo de la casa con mi amiga, y en ese momento, él empieza a llamar a sus amigos, pero temblaba, y por suerte estuve más respaldada porque estaba mi amiga, y seguía pidiendo perdón, que lo dejara dormir en el piso de mi casa, que no se quería ir”.
A todo esto, “mi amiga se paró y le dijo que si yo le decía que se fuera de la casa, se tenía que ir, él continuó diciendo que no tenía donde ir, pero mi amiga le explicó que podía ir al hospital, a la plaza o a la policía y cuando ella dice eso, él le pregunta “y porque a la policía?”, pero ni ella ni yo entendimos en el momento por qué le había molestado que mencionara a la policía”.
Afortunadamente, después de toda esa peripecia y del temor sufrido, Terzic accedió a irse del lugar, sin embargo, la historia no concluye ahí.
Finalizó diciendo al diario de la provincia de Tierra del Fuego, que se mantiene oculta viviendo con mucho temor, más aún que el ciudadano croata no ha sido capturado, y no ha sido aceptada la solicitud de expulsión. Es así como el croata que se mantuvo privado de libertad en Punta Arenas continua haciendo noticia en el país vecino, donde muchos de sus habitantes se sienten intimidados por la presencia del extranjero.