No
hay historia aérea sin terrenos donde aposentar a las aeronaves. Tan relevante
como el tráfico aéreo, se hace el lugar desde donde salen y llegan los aviones.
La historia aeronáutica de nuestro país nos hace recordar que transcurrían los años 50 y el propio presidente de la época, Carlos Ibáñez del Campo en su búsqueda por conectar el país, es quien hace la solicitud a la Señora Sara Braun, de ceder terrenos para la construcción del aeropuerto de Magallanes. Esto permitiría dar la conectividad aérea al país, tan anhelada por el mandatario y por el Comodoro Arturo Merino Benítez.
Los terrenos se confieren y la construcción comienza su camino no exento de dificultades. Finalmente es el 10 de mayo de 1956 cuando se logra inaugurar la pista y por consiguiente el aeropuerto que, más tarde sería bautizado con el nombre de la máxima autoridad nacional.
Hasta ahora la historia no señala cuándo ni quién propuso el nombre de Carlos Ibáñez del Campo, pero el transcurso de los años lo ha dejado marcado en la historia como el precursor de la aeronáutica civil y militar de Chile, y por ende, el merecido homenaje de ser recordado por cada uno de los pasajeros que entra o sale de la más austral región de Chile.
Es, a juicio del Comandante en Jefe de la IVª Brigada Aérea, General de Brigada Aérea (A) Manuel Sainz Salas, un buen momento para recordar la importante labor que desempeñan quienes trabajan y entregan su tiempo y profesionalismo en uno de los aeropuertos más importantes del país.
Cabe destacar que este aeropuerto tiene el mayor número de pistas, condición dada por los fuertes vientos reinantes de la zona, más que por el flujo de pasajeros.
Cuenta
con la segunda torre de control más alta de Chile con una altura de 35 metros.
Es
el cuarto aeropuerto con mayor tráfico a nivel nacional, además de ser la
principal conexión aérea entre América del Sur y la Antártica.
Posee
tres puentes de embarque y es capaz de recibir aeronaves de envergaduras tales
como Airbus A340 o Boeing 767. Esto ya fue comprobado después del Terremoto de
Chile de 2010 donde este aeropuerto recibió grandes vuelos procedentes de
Oceanía en cooperación con el Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino
Benítez que, producto de los daños causados por el sismo en la terminal, no
podía realizar las funciones correspondientes a aeropuerto internacional.
Es utilizado como base para expediciones Antárticas y es la única conexión entre el continente americano y las islas Malvinas.