Ayer, en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, fue condenada una mujer de 48 años por una doble estafa a través de Internet.
Según lo expuesto en la acusación del Ministerio Público, se indica que el día 20 de diciembre de 2014 la víctima Claudio Alcides Mancilla Vera tomó contacto con la imputada Marcela Bahamondez Cárdenas por un aviso que ella publicó a través del portal de Internet yapo.cl, en el cual ofrecía a la venta una vivienda ubicada en pasaje Canal Real 426, en Punta Arenas, oportunidad en que se hizo pasar como la dueña, logrando convencer que podía realizar la transferencia, obteniendo el 22 de diciembre del año pasado el pago a través de una notaria de 3 millones de pesos, además de un depósito de 300 mil pesos. La requerida no tenía facultad sobre la propiedad, inmueble que incluso se encontraba a cargo de una corredora de propiedades para ser arrendada, siendo de una tercera persona.
El segundo hecho que se le acusa a la imputada ocurrió el 6 de abril de este año, cuando la mujer concurrió a otra notaría de Punta Arenas, donde se contactó con la otra víctima, Fabián Águila Crespo, convenciéndolo que le vendería el vehículo Toyota Corolla, año 2013, señalándole que era de su propiedad y que lo tenía en la suma de 11 millones de pesos. Sin embargo, en esos momentos, por diferentes motivos no podía entregarle el vehículo de inmediato, Para lograr convencerlo le señaló que como prenda de garantía le firmaría una declaración jurada en la misma notaría, en la cual daba por recibida la suma de 4 millones de pesos que la víctima entregó en parte de pago y que sólo quedaba el saldo de 7 millones de pesos. Situación que fue todo un engaño, porque el automóvil pertenecía a una tercera persona.
Con estos antecedentes la Fiscalía acusó a la imputada por dos delitos de estafa, donde en principio se solicitaba dos penas de 300 días de presidio. En la audiencia la imputada admitió los hechos del requerimiento que presentó la Fiscalía y fue condenada a dos penas de 61 días de presidio y dos multas de 11 UTM.
A la mujer se le sustituyó la pena de presidio por una de reclusión nocturna domiciliaria en Porvenir, donde será monitoreada por Gendarmería a través de una tobillera electrónica para control telemático.
Antecedentes
La mujer mantiene una condena por dos delitos de falsificación de instrumento privado mercantil y apropiación indebida, de tres años y un día y dos penas de 61 días de presidio del año 1989.
El año 2013 fue condenada por uso fraudulento de tarjeta de crédito bancaria a una pena de 61 días con remisión condicional.