La disposición legal que obliga a llevar chalecos reflectantes en todos y cada uno de los vehículos motorizados que se desplacen por calles, avenidas, carreteras o caminos rurales, desató una verdadera locura por adquirirlos entre los dueños de autos, camionetas, jeeps y camiones, livianos o pesados.
Esa alta demanda se inició a pocos días de fines del año pasado puesto que la disposición legal que obliga a portarlos y a usarlos si el conductor debe bajar de su vehículo, comenzó a regir en todo el país a partir del primer día de enero de 2016.
Sin embargo, la Secretaría Regional Ministerial de Transportes y Telecomunicaciones y el mando de Carabineros, apreciando que los stocks regionales de esos elementos de seguridad no eran capaces de satisfacer la demanda, optaron por otorgar una prórroga para adquirirlos y portarlos en los móviles hasta el último día de enero del año que se inicia.
Entonces, a partir del primer día de febrero, se iniciarán los controles a todos los vehículos -estimados en la región en unos 40 mil, más los automovilistas argentinos que transiten por las rutas regionales y que deben respetar la ley chilena- y se insistirá en que el chaleco reflectante, uno a lo menos, debe estar entre los elementos contenidos en el kit de seguridad respectivo.
La demanda
Una rápida consulta realizada por Pingüino Multimedia permitió establecer que, por ejemplo, en Sodimac se vendieron unos 500 chalecos, a un valor de $ 4.990 y se ha encargado una nueva partida de 1.500 chalecos más ante las consultas del público.
En la empresa Recasur el stock también se agotó y se espera una nueva partida para los próximos días. La tienda china de calle Bories ya tiene chalecos reflectantes, pero sólo en la vitrina, por lo menos hasta el mediodía de ayer, a la espera de que el precio original de $ 3.000, suba a unos $ 5.000 o más.
Otro tanto ocurre en El Águila, Sánchez y Sánchez y otros establecimientos donde esos chalecos podrán ser adquiridos en los próximos días, cuando lleguen las nuevas partidas solicitadas para atender la demanda de los magallánicos.
Se reiteró, por parte de las autoridades, que el chaleco reflectante debe ser amarillo (fuerte, limón, se afirma); debe contar con franjas de cinco centímetros, horizontales al torso y debe formar una especie de triángulo en la espalda del usuario.
De esta manera y con su uso obligatorio al descender de un vehículo detenido en algún punto de las vías habituales de circulación, esta persona será visible a una distancia considerable para quienes conduzcan vehículos motorizados por esas mismas vías.
Así se evitarán accidentes que, en la última década significaron 6 mil muertes, de las cuales 600 se registraron sólo durante el año pasado, según estadísticas de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset).
Tanto la Secretaría Regional Ministerial de Transportes como Carabineros han reiterado que “lo más importante es la vida y la seguridad  de los conductores”,  tarea que se puede cumplir mejor con el autocuidado de quienes manejan vehículos motorizados y el apoyo de los elementos del kit de seguridad, entre ellos, el chaleco reflectante, cuyo uso obligatorio en Magallanes se controlará a partir del primer día de febrero próximo y para entonces no servirá la excusa de que “fui a comprar y se habían agotado”.