Hay una serie de cruces de calles que amenazan a los conductores en Punta Arenas y los visitantes que se atreven a ponerse tras un volante.
Se trata de lugares céntricos o alejados de las “ocho manzanas” de mayor importancia en la capital regional, pero estén donde estén, son riesgosos y esa peligrosidad aumenta si no se respeta la señalética instalada para hacer que el tránsito sea más expedito y más seguro.
Esa tarea corresponde a las numerosas obligaciones que debe cumplirse por parte de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Punta Arenas, que no sólo entrega licencias de conducir.
Uno de esos lugares peligrosos es el cruce de Errázuriz con Avenida España, de playa a cerro.
El primer riesgo lo constituye la falta de visión adecuada que tienen los conductores que suben en dirección a España, la cual es causada por un kiosko o casilla telefónica instalada a menos de cincuenta metros de la esquina de la avenida con esa arteria comercial y que, singularmente, pertenece a un servicio de radiotaxis.
Un poco más arriba, si se continúa  ascendiendo hacia el cerro, como no hay señalética y menos un semáforo, quienes deseen cruzar la calzada de la Avenida España quedan en manos de la generosidad de los conductores de vehículos motorizados que transitan por la avenida en dirección al sur, generalmente, a velocidad poco razonable e imprudente.
Otro punto peligroso para cruzar una arteria de alto tráfico es el que se ubica en Maipú con Avenida Bulnes.
Allí, en el bandejón central de Bulnes, a la derecha, en dirección a la playa, existe un semáforo, que se suma a los que completan ese cruce, donde ha habido varios accidentes de tránsito.
El problema radica en que el semáforo situado a la derecha está literalmente cubierto por las ramas de los pinos que se levantan en esa esquina y obligan a los conductores a disponer sólo de la señalización que tienen a su izquierda y como hay doble calzada -allí se puede continuar derecho por Maipú o virar a la izquierda por la avenida- la dificultad para transitar es cosa de todos los días hasta que las ramas que tapan al semáforo de la izquierda sean podadas.
Y la lista de sitios peligrosos es larga: Rómulo Correa con Videla; Avenida Frei, casi en toda su extensión porque, con las debidas excepciones, no se respetan las órdenes de los semáforos; Manantiales con Velastegui, uno de los muchos puntos peligrosos de la Costanera del Estrecho; la salida y la entrada a la Costanera del Río; Prat con Alessandri; Rodríguez con Briceño; Pasaje Lonsdale  y Alessandri con la ruta sur, sin dejar de lado el cruce de las avenidas Frei y Carlos Ibáñez, en la ruta al aeropuerto.
Hasta ahora, los accidentes no han sido mortales ni tan espectaculares, pero la suerte y la buena fortuna carecen de eternidad y aunque se respeten las normas del tránsito y el derecho a vía de los demás conductores de vehículos motorizados, el riesgo está presente, especialmente en esos lugares.
Por eso las autoridades reiteran cada cierto tiempo que es mejor conducir siempre a la defensiva y que cuando se consume alcohol está prohibido manejar, a menos que le entregue las llaves del vehículo a alguien que no haya bebido, porque cuando la desgracia golpea fuerte, de nada sirven las disculpas ni las explicaciones.