Apenas bajó del avión, Carla Roehrs sintió las muestras de afecto y cariño que familiares y amistades le tributaron a su arribo al aeropuerto de Punta Arenas. Era lo que se merecía la campeona nacional de jineteada de la categoría “Mujer Criolla”, del último Festival de Doma y Folclore de Jesús María, realizado en la ciudad argentina de Córdoba.
Este es un evento de carácter internacional, donde las naciones sudamericanas se unen con el fin de no perder las tradiciones gauchas y la cultura popular.
Carla Roehrs vive en el sector sur de Punta Arenas, en Agua Fresca, donde junto a sus padres tiene una hostería.
Ya de regreso en casa confesó sentirse feliz del logro alcanzado. Gracias a su destreza, en tres noches sumó un total de 14 puntos, transformándose en el mayor puntaje del campeonato femenino, y en la única gaucha en aguantar los corcoveos y no caer nunca del caballo. Y aunque fue la ganadora indiscutida de la competencia llamada “La criolla Argentina”, Roehrs no pudo llevarse este galardón debido a su nacionalidad chilena así que el premio lo recibió la argentina Noelia Ponce.
Carla confesó que al momento de emprender el viaje no sabía realmente con qué se iba a encontrar, más allá de saber que iba a un gran festival. Al principio los nervios se apoderaron de ella, “pero al llegar a Córdoba y estar unas horas en el lugar me sentí mucho más segura ya que la gente es muy buena, por lo cual no tuve problemas al enfrentar este nuevo y gran desafío”.
El viaje fue muy rápido, ya que la invitación al evento la recibió a última hora por lo cual todo se complicó. “Al ser todo tan fugaz solicitamos apoyo a la Municipalidad de Punta Arenas, accediendo a cancelarnos los pasajes aéreos a Córdoba, Argentina”.
No sólo el apoyo del municipio fue el que tuvo Carla en su viaje sino que el de su familia y amigos quienes la alentaron en el gran reto que estaba por venir.
Su vida
Apasionada por el campo y los caballos, Carla Roehrs empezó a incursionar en el mundo de las jineteadas en su adolescencia, cuando sólo tenía 15 años. Aún así la joven admitió que no era una actividad que la hiciera en forma frecuente ya que la realizaba una vez al año. Tras egresar del colegio las jineteadas comenzaron a tornarse más comunes en su vida. Además se comenzaron a realizar más eventos de este tipo en la región donde fue participando con mayor frecuencia.
Actualmente la joven tiene vive en Agua Fresca, donde trabaja junto a sus padres en una hostería, ofreciendo cabalgatas.
Papá de Carla
“Era muy difícil lograr un primer lugar en Jesús María”, dijo el padre de Carla, Guillermo Roehrs.
Poco antes de ingresar al despacho del alcalde Emilio Boccazzi, a quien le fueron a agradecer las gestiones del municipio para que Carla pudiera participar en el evento argentino, el padre conversó con Pingüino Multimedia.
“Estamos feliz de haber conseguido algo que no esperábamos, porque la verdad de las cosas era difícil lograr un primer lugar internacional, pero se dieron las cosas, sin dejar de reconocer las habilidades de ella (Carla) arriba del caballo”.
De todas formas partieron a Córdoba con la ilusión de ganar. “Sabíamos que era difícil porque había una brasileña muy buena pero esta mujer tuvo mala suerte ya que estaba nerviosa, algo que te pasa la cuenta al jinetear, y cayó dos veces del caballo”.
El balance del viaje es desde todo punto de vista positivo. Tanto así que ya están con el ánimo de ir nuevamente el próximo año a defender el título a Córdoba, “donde la gente es respetuosa, muy cariñosa, y saben del esfuerzo de viajar cuatro mil kilómetros para llegar”.
La experiencia que les queda a ambos, padre e hija, es la linda experiencia que vivieron y que deben seguir trabajando para lograr más cosas en este ámbito.