La chatarra de dos vehículos que alguna vez fueron “últimos modelos” yacen en la esquina de las calles Francisco Roux y Julio Ramírez, en el sector sur de Punta Arenas.
La chatarra quedó “estacionada” en el costado derecho de calle Ramírez, a escasa distancia de la calle Francisco Roux, una arteria que registra un movimiento vehicular relativamente alto.
Los fierros ennegrecidos por la pintura que alguna vez cubrió esas máquinas guardan cables rotos, neumáticos en completo desuso y desperdicios de todo tipo, incluidos envases vacíos de lubricantes.
De acuerdo con la versión entregada por vecinos del sector, que encarecieron la reserva de sus nombres y rostros, por temor a represalias de los presuntos responsables del arrastre y abandono de esa chatarra hasta su actual ubicación, señalaron que fueron llevados hasta ese lugar en horas de la noche, pero que el ruido que se hizo al arrastrarlos a su ubicación actual alertó a los vecinos del sector, quienes optaron por no intervenir aunque dieron aviso a los teléfonos policiales y a los medios de comunicación, reclamando por esos hechos.
Y el asunto no es tan antiguo: ese singular “operativo” fue realizado hace poco más de un mes, es decir, unas cinco semanas y los restos de los dos vehículos siguen estacionados en esa esquina.

El problema que crea esa chatarra es que obstaculiza, parcialmente, la visión del sector derecho de la vía para quienes buscan acceder a  la calle Francisco Roux desde la calle Julio Ramírez, en dirección al sur.
A ello, se suma un problema que no es menor y es de tipo sanitario, porque, como ocurre en otros sitios donde se acumula chatarra y desperdicios, como en este caso alertado por vecinos y vecinas del sector, entre los espacios vacíos de esos vehículos se ocultan roedores de diversos tamaños que, fieles a sus hábitos de supervivencia animal, cuando se termina el alimento en ese sitio, se introducen en las casas, generando daños, miedo y la eventual transmisión de enfermedades.

Además, esa chatarra podría servir de escondite a antisociales, borrachos y delincuentes, que “machetearían” a los peatones y residentes del sector, pidiendo “una monedita”, invocando a Dios y la bondad d esas personas.
Otros puntos
De acuerdo con estimaciones del Municipio y policías, en Punta Arenas se han detectado más de cuatrocientos vehículos abandonados, en estado de chatarra, en pasajes, calles y avenidas de la capital regional.

Todos esos sitios, por ejemplo en la calle Capitán Guillermos, en el Pasaje Ñandú y en un sector de la Población Ríos Patagónicos, sólo por citar tres de esos lugares, pese a los esfuerzos y trabajos de la Dirección de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Punta Arenas, se repletan de vehículos abandonados, colchones y neumáticos, amén de basura y desperdicios de todo tipo, poco tiempo después que las bateas municipales se han retirado del lugar, llevándose ese material hasta el vertedero, sin que se haya logrado identificar a los responsables de esos actos tan repudiados por la comunidad.