La prohibición para vender automóviles sigue siendo la principal traba para la apertura de la Zona Franca de Río Gallegos, obra que se encuentra finalizada hace meses y que no ha podido abrir sus puertas debido a problemas que parecen no tener explicación en la vecina provincia argentina de Santa Cruz.

El ministro de Producción de la Nación (Argentina), Francisco Cabrera, recibió a la gobernadora santacruceña. Alicia Kirchner, comprometiéndose a dar respuesta favorable para las próximas semanas” acerca de la habilitación del recinto franco.

En el encuentro, la autoridad provincial insistió en la necesidad de comercializar autos, argumentando que el decreto así lo permite. Sin embargo, el ministro le hizo saber las aprensiones respecto del tema.

Ante ello, Kirchner le pidió conocer dichos fundamentos para poder debatir y alcanzar un punto de acuerdo.

De acuerdo al diario El Patagónico, al término de la reunión, la primera mandataria de la provincia de Santa Cruz  evaluó como positiva el diálogo, ya que pudieron manifestarle al ministro la necesidad de mayor celeridad en la habilitación de las Zonas Francas que se emplazarán en la provincia.

Por su parte, el Ministro Francisco Cabrera se mostró interesado en avanzar en las mesas de trabajo conjuntas para terminar de definir la reglamentación, dejando la puerta abierta a la discusión acerca de la incorporación del régimen automotor.

Asimismo, se trataron temas como la adhesión a la Ley Pymes, y qué beneficios puede significar para las pequeñas empresas locales, minería, hidrocarburos y la pesca en Santa Cruz, entre otros.

Los automóviles

Seis meses antes de finalizar su mandato, la entonces Presidenta Cristina Kirchner autorizó el beneficio impositivo para los habitantes de Santa Cruz: los habilitó a comprar vehículos libres de impuestos en la Zona Franca de Río Gallegos, que por aquél entonces se encontraba en construcción.

El beneficio era muy similar al que rige para los habitantes de Tierra del Fuego y les permitiría a los santacruceños acceder a vehículos importados muy por debajo del valor de los modelos fabricados en la Argentina.

Sin embargo, desde el Gobierno nacional se anunció que el beneficio recibió un cambio importante, relacionado con la prohibición dze comercializar vehículos. Es decir, los santacruceños podrán comprar artículos electrónicos y otros productos, pero no autos ni motos, como ocurre en Tierra del Fuego.

De inmediato, los dardos apuntaron al diputado y empresario Eduardo Costa,  propietario de varios concesionarios de autos en Santa Cruz, a quien acusan de interferir ante el Gobierno nacional para lograr esta veda, de manera de no perjudicar sus negocios.

No obstante, desde Nación admiten otros problemas, aspectos legales y logísticos.

Consultado el entorno del empresario Eduardo Costa, desestimaron que por intervención del representante del Cambiemos en Santa Cruz, el gobierno nacional haya condicionado el trámite de habilitación de la Zona Franca de Río Gallegos, excluyendo la venta de automóviles con dicha franquicia.