La joven magallánica Daniela Soto Alvarado, pese a un problema de salud que la obligó a ser hospitalizada en la Clínica Magallanes, por lo menos hasta la tarde de este lunes, sigue luchando por acceder a su anhelo más deseado, después de haber contraído matrimonio con Mauricio Díaz, hace casi un año ya.
Este nuevo desafío personal de la joven estudiante de Educación Parvularia en la Universidad de Magallanes (UMAG), lo está enfrentando al hacer práctica profesional en el jardín infantil contiguo a la escuela de la Población Villa Las Nieves, de acuerdo con lo señalado por su padre, Saúl Soto.
El progenitor de la joven destacó las facilidades, apoyo y comprensión que la UMAG le ha brindado a su hija que, además, combate con valentía y entereza las consecuencias de un tratamiento contra un agresivo cáncer que la afecta desde hace tiempo y que la mantuvo por largos meses en dependencias del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en Santiago.
Y estos también son importantes, puesto que el pulmón derecho de la joven estudiante de la UMAG, ha sido amagado por un nódulo de diez centímetros, cuyo origen exacto, está a la espera de ser dilucidado por el equipo médico que la atiende.
Pero eso no es todo, aparte de esperar que pueda encontrar un nuevo empleo, gestionan, hasta ahora sin éxito, que les sean canceladas licencias médicas que datan de noviembre y diciembre del año pasado, en el caso de Saúl, y desde noviembre, diciembre de 2016 y enero de este año, en el caso de Marcela Alvarado, madre de Daniela.
Pero la familia no desmaya, “porque, pese a todo, estamos enfrentando la situación y viendo la entereza y la fuerza que tiene Daniela, nosotros no podemos flaquear”.
Finalmente, confiado y animoso, Saúl Soto indicó que su hija recuperó la cabellera perdida durante el tratamiento contra el cáncer al que fue sometida en la capital “y parece que, debido a ese tratamiento, el pelo liso de Daniela, ahora le está creciendo crespo”.