“En los próximos 12 meses tenemos la oportunidad de hacer historia y crear un Santuario del Océano Antártico”, manifestó Estefanía González, coordinadora de la campaña de Océanos de Greenpeace Andino.
“Los santuarios marinos no sólo protegen a ballenas y pingüinos, sino que aseguran océanos saludables que absorben dióxido de carbono y nos ayudan a combatir de manera eficaz el cambio climático”, aseguró.
La propuesta, que fue presentada por la Unión Europea y respaldada por el Gobierno alemán, será considerada en octubre de 2018 por la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (Ccamlr), de la que forman parte Chile, Argentina, Brasil, entre otros países.
“Si queremos evitar los peores efectos del cambio climático y cuidar nuestra biodiversidad, tenemos que proteger más del 30% de nuestros océanos. La Antártida es un lugar fantástico para comenzar: amenazas como el cambio climático, la contaminación por plásticos y la pesca están aumentando. El margen de tiempo para que los gobiernos trabajen juntos protegiendo los océanos es muy corto, por lo que el momento de actuar es ahora”, manifestó Alex Rogers, profesor de Biología de la Conservación de la Universidad de Oxford, en Inglaterra.