Uno
de los argumentos más utilizados por los fiscales en el sistema
judicial a la hora de solicitar la más gravosa de las medidas
cautelares, prisión preventiva, es que “la libertad del imputado
representa un peligro para la sociedad”.
Justamente, ayer lo manifestado por el representante del Ministerio Público, Oliver Rammsy Dickinson pesó a la hora que el tribunal resolviera privar de libertad a dos jóvenes detenidos y formalizados por el delito de robo con violencia e intimidación.
Sin
embargo, lo anterior fue sólo parte de los antecedentes que la jueza
de Garantía, Paula Stange, consideró a la hora de resolver el presente
procesal de los detenidos Diego Andrade Coliboro, de 19 años, y de
D.A.A.B., de 16 (sólo iniciales por su condición de menor).
Ambos fueron
detenidos el miércoles luego que el pasado sábado, alrededor de las 23
horas, protagonizaran un violento hecho en el centro de Punta Arenas. De
acuerdo a los antecedentes, dados a conocer en primera instancia por la
PDI y, posteriormente, en detalles por el fiscal Rammsy durante la
audiencia de cargos, un
hombre fue interceptado por ambos jóvenes en el sector calle Lautaro
Navarro con Avenida Colón.
De manera violenta fue conminado a entregar
la mochila que portaba, no obstante, y tras su negativa, logró correr un
par de metros para llegar hasta la puerta de un restorán ubicado frente
a la Plaza Sampaio, con la mala fortuna que éste se encontraba cerrado.
En medio de los gritos y ante la mirada de testigos, el hombre, un realizador audiovisual de paso por Punta Arenas, fue violentamente golpeado (principalmente en la cabeza) y amenazado de recibir una agresión con arma blanca. Tras la golpiza, los delincuentes huyeron llevándose un teléfono celular iPhone 6.
Fue la propia víctima, además de testigos, quien entregó las características de los agresores permitiendo la detención. Funcionarios de la PDI lograron aprehenderlos luego de una serie de diligencias, con un antecedente fundamental: tras el incidente la pareja se dirigió a un pub de la ciudad donde además de compartir intentó vender el celular. En el lugar fueron identificados por una persona que conocía a uno de los jóvenes.
Con antecedentes
A la gravedad del hecho y lo alto de las penas (en caso de ser condenados), se suma el historial que mantienen ambos imputados. De hecho, el fiscal Rammsy expuso “el prontuario” que ambos registran y el hecho de que todas las cautelares impuestas en las otras causas no han cumplido con el propósito de frenar el actuar delictual.
El fiscal expuso que Andrade Coliboro ha sido investigado por microtráfico, lesiones, porte de arma cortante, robo en especies en bien de uso público (en vehículo) además de registrar condena por robo con intimidación. Por su parte, el menor tiene causas por robo en lugar no habitado (Parroquia San Pío), robos con violencia y lesiones graves, además -expuso el fiscal- registra problemas por consumo de drogas. Además, en más de una oportunidad ha quebrantado beneficios.
Al término de la audiencia de ayer, Andrade fue ingresado al penal de Punta Arenas, mientras el menor quedó con internación provisoria en la cárcel juvenil. Se fijaron dos meses para el cierre de la investigación.