En Argentina quedaron absolutamente desconcertados y con la boca abierta tras el lamentable comportamiento de los hinchas del Pije, en el estadio Germán Becker y en definitiva en todo Temuco, tras el duelo de vuelta por la segunda fase de la Copa Sudamericana.
Y no es para menos, porque en la capital de la novena región los ánimos estaban caldeados desde que el cuadro de Boedo acudió a la Conmebol para llevarse por secretaría el duelo de ida (3-0) y así prácticamente asegurar la llave.
Por lo mismo, la prensa trasandina destrozó lo ocurrido en el estadio del Pije. “Hubo dificultades en la antesala del encuentro: un clima enrarecido en territorio chileno. Sucedieron agresiones al micro del visitante, amenazas en el hotel, insultos a cada paso en el arribo al estadio Germán Becker”, publicó el diario Clarín.
Pero fueron más allá y aseguraron que se trató de una “hostilidad propia de las peores prácticas de las Copas Libertadores de los años sesenta a los ochenta, incluso en aquellos días indescifrables de Pablo Escobar en el Atlético Nacional. Feo”.
Por su parte, la cadena TyC Sports publicó: “El Ciclón, favorecido con el fallo de Conmebol que le había dado por ganado 3-0 el duelo de ida, cumplió con su parte y logró el objetivo. (…) Se terminó una serie llena de polémicas: con un global de 3-1 para el equipo argentino, pero con el mismo resultado para los chilenos en cancha”.
Finalmente, el popular diario Olé tituló “Increíble, Ciclón” y en su crónica señaló que “San Lorenzo consiguió algo insólito: perdió los dos partidos ante Temuco, pero se metió en octavos de final de la Sudamericana”.
Salpicaron al Matador
Criticando los hechos de violencia en Temuco, tras perder ante el Indio Pije y clasificar por secretaría a octavos de final de la Copa Sudamericana, el plantel de San Lorenzo de Almagro argumentó que todo lo sucedido este miércoles en La Araucanía, “fue una locura”.
El presidente de la institución de Boedo, Matías Lammens, precisó que “lo que vivimos ayer fue una locura, por el marco en el que se dio, porque el fútbol no deja de ser un juego y por supuesto, esa violencia desmedida que no es folclore, es violencia, en un marco de interpretaciones nacionalistas que nada tiene que ver con el fútbol. Nadie puede creer que cuando se enfrentan dos equipos, se enfrentan dos países que tienen muchísimo más en común y en las cuales identificarse y reconocerse”.
Las declaraciones fueron efectuadas en el aeropuerto de Ezeiza, ante el asedio de los medios de comunicación argentinos, quienes no desaprovecharon la oportunidad de consultar sobre Marcelo Salas, quien tildó de “ratón” y que “le daría vergüenza clasificar así”, al equipo del Cuervo.
Incluso se dio el tiempo de reflexionar y afirmar categóricamente que el fútbol sudamericano “retrocedió varios pasos”, debido a los hechos de violencia. Asimismo, adelantó que elaborarán un informe a la Conmebol detallando lo sucedido, aunque sin pedir sanciones.