La mañana de ayer, durante la visita semanal a la cárcel por un juez de Garantía, un imputado que se encuentra en prisión preventiva y tras hablar con el magistrado, se autoinfirió una herida cortante que obligó a su traslado hasta el Hospital Clínico de Magallanes.
Se
trata de Roberto Torres Rojas, quien está privado de libertad desde el
mes de agosto, luego de ser detenido con especies que habían sido
denunciadas por robo. A pesar de esto, Torres Rojas argumenta que él
solo compró los relojes de los cuales se le imputa un delito, especies
que habría adquirido en el comercio informal.
El imputado alega que en tres ocasiones la Fiscalía no ha cerrado la investigación, y con el paso de la investigación, la pena a solicitar ha ido aumentando.
Fue
así que la mañana de ayer, durante la visita a la cárcel del juez de
Garantía Juan Villa Martínez, al entrevistarse con los internos, escuchó
el alegato de Torres Rojas, principalmente por ser llevado al Juzgado
de Garantía donde no se ha cerrado la investigación.
Tras esta conversación, el magistrado continuó entrevistando a otros imputados privados de libertad. Fue entonces cuando Torres Rojas, al regresar a su calabozo, fue a buscar un punzón con el cual se autoinfirió una herida en la zona abdominal. Tras esto, se acercó al juez levantándose la polera y exhibiéndole la herida penetrante que se realizó y aún con el elemento cortante en su cuerpo.
El juez Juan Villa confirmó que el imputado al acercarse, aún mantenía el elemento cortopunzante hechizo que tenía clavado, logrando entregarle un escrito que contenía su petición. Personal de Gendarmería de inmediato lo trasladó a la enfermería y luego al Hospital Clínico de Magallanes. Tras la atención médica, el imputado fue regresado por personal de Gendarmería al Complejo Penitenciario de Punta Arenas.
Familiares
Por
su parte, Jovana Isabel Costa, esposa del imputado, detalló los motivos
que llevaron a su cónyuge a autoinferirse tal herida. “Mi marido se
autoinfirió una herida cortopunzante en el pulmón, por eso vine a verlo
al hospital y le realizaron el tratamiento.
Está mejor, pero esto pasa por la decisión de la Fiscalía que está investigando el caso de receptación en su contra. Al comienzo le ofreció una pena de 61 días, y después le ofreció 100 días. Pero después, en la Fiscalía cambiaron y aumentaron la pena a 300 días y ahora último ya está pidiendo una pena de 541 días. Por eso mi marido se realizó esta herida, y le entregó una carta a los jueces que van de visita los días sábados”:
La
mujer visiblemente acongojada, explicó que su marido está desesperado y
además su familia es la que está sufriendo. “Él hizo esto porque está
desesperado, él no está siendo acusado por violación u otras cosas
terribles y la Fiscalía quiere sacarle todo el pasado por sus condenas
anteriores. Acá mi esposo no ha violado a nadie, delitos que son los más
comunes acá en Punta Arenas y están un tiempo y salen libres.
Él lleva
más de 100 días en prisión preventiva y por lo que le ofrecieron en
principio ya debería tener cumplida la condena. Estamos desesperados, yo
estoy embarazada, él tiene una hija de 13 años, estoy viviendo sola y
él era el sustento de la casa, tenía su taller y he debido comenzar a
vender sus herramientas para poder sustentarme. Nos han hecho mucho
daño.
A mí, me echaron del trabajo, a mi suegra la echaron del trabajo, a la hija de mi marido le han hecho bullying porque salió en los diarios y en la tele y estoy molesta con la Fiscalía”.
Cabe
señalar Roberto Sebastián Torres Rojas, de 35 años, se encontraba con
libertad condicional viviendo en Punta Arenas. En esas circunstancias,
fue detenido el 6 de agosto de este año, cuando intentaba abordar un
avión con destino a Santiago para dirigirse a su ciudad de origen en la
Región de Valparaíso.
En esos momentos, personal de la SIP de Carabineros lo detuvo con costosos relojes que habían sido robados durante el Carnaval de Invierno en la casa de un abogado. Por este motivo fue formalizado por el delito receptación.