Ad portas que la Fiscalía cierre la investigación y presente acusación en contra de un hombre que fue condenado por graves hechos y que estuvo prófugo, el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg) de Magallanes, se hizo parte de la causa en apoyo de la víctima a través de una querella criminal.
De acuerdo con la acción judicial del Sernameg, patrocinada por su abogada Priscila Alejandra King Aguilar, el 19 de diciembre de 2017, aproximadamente a las 19.30 horas, y en circunstancias en que la víctima se encontraba en su domicilio junto a sus tres hijos y su sobrina, ingresó el cónyuge de la afectada, el imputado Héctor Lemarchant Gómez, con quien se encuentra separada de hecho, por haber sido víctima de violencia intrafamiliar. Al ingresar al domicilio Lemarchand, y por la negativa de que saliera con su hija del inmueble, él reacciona de forma violenta, por lo que la afectada decide juntar sus pertenencias y las de sus hijos, para irse del inmueble (debido a que la propietaria del inmueble es la madre del imputado), ante lo cual Lemarchand se altera más, y en el dormitorio del inmueble le quita el celular y le comienza a dar golpes de puño en su rostro, en esos momentos pierde unos instantes el conocimiento, ante lo cual su hija de 14 años, procede a intentar proteger a su madre, en esos momentos que el imputado procede a sacar su machete del clóset e intenta tratar de cortar la cabeza a la menor, pero no logra su cometido, debido a que aparece su hermano quien alcanza a agarrar a su hermana de la cintura y empujarla fuerte hacia atrás. Luego llega al inmueble la madre de Lemarchan, quien se lleva a su hijo en un vehículo tipo Jeep. En esos momentos la afectada logra llamar a su madre, quien se contacta con Carabineros.
Con estos antecedentes, la parte querellante busca que se le acuse al imputado por los delitos de lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar en contra de su esposa, y parricidio frustrado en contra de su hija.
En el Juzgado de Garantía de Punta Arenas, la causa ya se habría cerrado, por lo que la Fiscalía debería presentar en los próximos días la acusación con la sanción que pedirá en un juicio oral.
Causa anterior
Según la sentencia del Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, dada a conocer el 2 de mayo del año 2017, se condenó a Héctor Lemarchand Gómez a una pena de 541 días por los delitos de amenazas a los dos trabajadores contratistas de Edelmag en concurso de un disparo no justificado, otra pena de 541 días de presidio por la tenencia ilegal de municiones, contenido en la Ley de Armas. Además se le condenó a 300 días de presidio por amenazas en contexto de violencia intrafamiliar. Estas penas se le impuso a Lemarchand por los hechos que se registraron pasado el mediodía del martes 12 de julio de 2016, en circunstancias que los afectados E.G.D. y J.D.O. realizaban labores de contratistas, concurriendo a la Villa Suiza con la finalidad de realizar el corte del suministro eléctrico al domicilio del imputado por el no pago de dicha cuenta. En esos momentos, salió desde el interior del inmueble a pedir explicaciones por el corte, insultándolos y obligándolos a que se retiraran del lugar. A pesar de esto, los trabajadores continuaron su labor para realizar la suspensión del suministro desde el poste de energía eléctrica, instantes en que Lemarchand Gómez ingresó a su domicilio nuevamente para salir al antejardín con un arma y proceder a disparar al aire con la finalidad de amedrentar a los trabajadores, amenazándolos, situación que llevó a refugiarse y dar alerta a Carabineros. Tras la incautación de la pistola, personal policial ingresó al domicilio donde encontró a la cónyugue del imputado oculta con sus tres hijos menores en una habitación, visiblemente atemorizados. En esos momentos la mujer decidió denunciar a su marido, indicándole a Carabineros que constantemente era víctima de amenazas de muerte por parte del imputado.
En el mismo procedimiento en el entretecho del inmueble se le encontró 107 cartuchos calibre 7.62 sin percutar, que corresponde a munición de guerra, además de un cartucho calibre 1.30 sin percutar. En la revisión además se logró encontrar en el cajón del velador del dormitorio principal, once cartuchos 9 mm que el imputado mantenía, mientras que en el clóset se le encontró una funda con doce cartuchos calibre 45 para revólver sin percutar, los que no contaba con la autorización, a diferencia del arma de fuego, que era la única que mantenía en regla.