“El Servicio Nacional del Patrimonio Cultural recibió una serie de antecedentes que vinculaban al Director del Museo Martín Gusinde, Alberto Serrano, en actos reñidos con su actuar como funcionario público, lo que generó impedimento para una efectiva coordinación armónica de trabajo con las autoridades locales que se relacionan con el Servicio”, explicó escuetamente en el comunicado Carlos Maillet, director del organismo dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
La explicación de Maillet surgió luego que trascendiera que el director del museo williemse, Alberto Serrano, había sido despedido de su cargo, lo que el mismo Serrano atribuyó a “razones de índole política” y recibiera el apoyo de entidades gremiales que representan a los trabajadores del sector y de los directores de museos de otras regiones.
Pero también habría otras razones, que están siendo investigadas y sobre las cuales se mantiene un cerrado hermetismo. De acuerdo con algunas versiones a las que tuvo acceso Diario El Pingüino, la expresión “actos reñidos con su actuar como funcionario público”, se referiría a la molestia expresada a algunas autoridades de la Provincia Antártica por los ejecutivos de una empresa de cruceros que se habría visto impedida de llevar a los turistas al museo, porque el director se habría negado a abrir el recinto cultural los sábados, acusación que no pudimos chequear con el gerente de la empresa, quien explicó ayer que “no me puedo referir al tema”.
Para conocer su versión del caso, también contactamos a la seremi de las Culturas, Katherine Ibacache, quien desde Puerto Natales se excusó y respondió que “los antecedentes están siendo analizados por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural”.