Son diversas las estrategias que utiliza la Corporación Nacional Forestal a la hora de querer descubrir la dinámica de la diversidad biológica que habita de las áreas silvestres protegidas (ASP) que están bajo su administración.

Así como el monitoreo en terreno que realizan los profesionales o el despliegue en ciertos períodos de cámaras trampas que sorprenden de vez en cuando a alguna especie atravesando el lente de la imagen, estos esfuerzos pueden resultar insuficientes para los objetivos de Conaf al querer contar con resultados que permitan aportar una visión más amplia del contexto y, de esa forma, tomar decisiones concretas.

Por este motivo, como un aporte sustancial a ampliar este foco puesto en la conservación de la diversidad biológica de las ASP, puede ser considerado el taller de capacitación que realizó el personal guadaparques de Conaf sobre monitoreo de la diversidad terrestre y que se realizó a mediados de junio en el Parque Nacional Torres del Paine.

El “Taller de Capacitación de Monitoreo de Bioviversidad Terrestre”, dictado de manera teórica y práctica por los investigadores de la Universidad Austral de Chile, Mauricio Soto, Pablo Saenz y Milton Jiménez, permitió a personal guardaparques de distintas ASP de la región conocer nuevas técnicas científicas para el monitoreo principalmente de objetos de conservación biológica, tanto de flora como de fauna. Este taller es parte de las actividades que desarrolla la Universidad Austral de Chile a través del Programa Austral Patagonia. Este programa es financiamiento de The Pew Charitable Trusts, y busca generar conocimiento y promover el mejoramiento en los estandares de gestión y manejo en áreas protegidas de la Patagonia Chilena.

Sin embargo, entre las sesiones teóricas y prácticas, una de las técnicas que suscitó el interés de los participantes fue el monitoreo de cursos y cuerpos de agua para determinar la diversidad a partir del ADN ambiental. Es decir, a través de la toma de muestras de agua y un análisis genético posterior, se podría evidenciar la presencia de especies que en su trayecto y cruce por el área, terminaron dejando una huella de su paso.

Ejemplos y utilidades de esta técnica son múltiples, tales como detectar la presencia de especies exóticas como el visón o de otras especies invasoras como el castor que afecta en especial a los ecosistemas forestales y cursos de agua.

“El conocer estas nuevas técnicas de monitoreo, permite ampliar las posibilidades en el marco de la conservación de la diversidad biológica de las áreas silvestres protegidas. Antes implicaba un gran esfuerzo en terreno, recorridos de extensión importantes y, en ocasiones, con resultados no tan significativos al respecto” señala, Alejandra Silva, profesional del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas y Jefa de la Sección de Conservación de la diversidad biológica, quién además adelantó que se piensa en una segunda fase del curso.

Una alternativa que sumadas a las técnicas existentes, aumenta cada vez más la protección de nuestros ecosistemas naturales.