La vivienda es un elemento fundamental para garantizar la dignidad humana. En ella no sólo se desarrolla la vida privada de las personas, sino también es un espacio de reunión, de convivencia, protección y cuidado de las familias y comunidades. Es sabido que a veces la posibilidad de acceder a la propiedad de una vivienda digna es compleja y después de ya tenerla, la modificación y/o mantención  de esta significa incurrir en gastos, que muchas veces para las personas cuyos ingresos son bajos y su capacidad de ahorro nula se transforma en algo imposible. Hace algunos años se detectó que entre las necesidades más sentidas por los chilenos, estaba el tema de la vivienda y el mejoramiento de la habitación. Ante esto el ahora Ministerio de Desarrollo Social y Familia, ha implementado el programa de Habitabilidad para las personas más vulnerables del país. Este busca potenciar las posibilidades y oportunidades de desarrollo, inclusión e integración social de las familias y personas beneficiarias de los subsistemas Chile Solidario y Seguridades y Oportunidaes a partir de soluciones que contribuyan a mejorar su calidad de vida en lo que se refiere a su dimensión de habitabilidad. Este objetivo se ve materializado a través de la entrega de un servicio integral, que está compuesto por soluciones constructivas y equipamiento, además de talleres de formación impartidos tanto a los adultos como a los niños y niñas del grupo familiar, en temas relacionados con hábitos de vida saludable, uso y autocuidado de la vivienda y su entorno. Realmente son increíbles los cambios que se logran en la vida diaria de las personas con estos pequeños arreglos, sobre todo en una región tan fría y ventosa como Magallanes, por ejemplo el aislamiento de las viviendas, el arreglo de filtraciones o algo tan normado en estos tiempos como dejar el baño adentro de la vivienda, o hacer divisiones en las habitaciones para que cada integrante de la familia pueda tener su independencia. Así mismo, ver como en muchos casos lo aprendido en los talleres se ve reflejado al visitar una casa ordenada, limpia, que se nota que tiene un cuidado, un hogar. Es gratificante ver la felicidad y emoción de las personas a las cuales este programa les transforma la vida, un programa donde ellos están totalmente involucrados como familia, ellos son los principales protagonistas de este proceso de mejora y quienes más aprecian cada detalle.