La verdadera “burbuja inmobiliaria” que se ha vivido en la última década a nivel regional (y nacional también) coloca a la Región de Magallanes y Antártica Chilena como una de las zonas donde es más caro arrendar o comprar una vivienda. Los precios que se están cobrando de un tiempo a esta parte no tienen relación ni siquiera cercana a los valores que existían hasta hace una década, por ejemplo. Los arriendos han sufrido alzas que hacen muy complejo el que cualquier persona pueda acceder a dicho trámite, y los precios de una casa para una familia son más altos de lo que cualquier persona podría haberse imaginado hasta hace un tiempo. Para muchos, una situación extremadamente compleja de afrontar. El punto es que la problemática es en ambas circunstancias, y no en una de manera específica. Si antes la cantidad de propiedades era escasa, hoy la realidad no es tan así. Lo pueden comprobar las mismas oficinas que trabajan como corredoras. El mercado ha variado de forma profunda, y esta burbuja puede romperse en cualquier momento. La pregunta es cuándo y qué puede hacer la gente en este proceso, que para gran parte del sector inmobiliario ya no tiene vuelta atrás.